Buenos días lector, hoy os he de contar una de las mas trágicas y pútridas historias que han ocurrido jamás.
Comencemos por el comienzo. Había una vez una ciudad, autosuficiente, pero pobre, tenían lo necesario para vivir, no había ricos y no había pobres, no los necesitaban, esa ciudad se llamaba Fosomalia. Prosperaba, sin gobierno y sin leyes, solo con justicia, que al parecer, a parte de ser ciega, en Fosomalia también era muda.
Un trágico día, llegó una gran multinacional, rica y con muchos puestos de trabajo, a los fosomalís no les gustaba, pero Culo-Cola, que así se llamaba la multinacional, empezó a sabotear a los pequeños artesanos y comerciantes, para que comprasen solo sus productos. Y también empezó a engañar a los fosomalís con nuevos puestos de trabajo, y con salarios, SALARIOS, los fosomalís, que no conocían los salarios, y tampoco el dinero, tan solo la igualdad y el compañerismo, fueron seducidos con una especie de cielo que prometió Culo-Cola y una especie de entidad llamada Ford, que castigaba a los buenos por no estar Fautizados, pero perdonaba a violadores por contarle a un hombre que habían echo. Los fosomalís, que no eran tontos, pero eran curiosos, se convirtieron al neoliberalismo, y con ello comenzó el dinero, las clases y las injusticias.
Había una familia fosomalí, los panaderos, que proporcionaban pan a todo el pueblo, y el pueblo les proporcionaban todo lo necesario, sin intereses. El padre quería mucho a su mujer, que estaba embarazada de 7 meses, y ya tenía otro hijo de 12 años, que ayudaba al padre y se querían, eran una familia feliz y tranquila. Pero un día Culo-cola, envenenó sus campos y ya no pudieron hacer mas pan, con el nuevo sistema impuesto por Ford y por Culo-cola, necesitaban dinero. Seis meses después el padre empezó a trabajar, contra su voluntad, en Culo-cola. Los de Culo-cola, que sabían que el panadero no entendía su idioma, le hicieron firman un contrato “justo” y “ético”. El padre, sin ninguna otra opción firmó un contrato con el mismo diablo.
El padre ya llevaba 2 meses trabajando de sol a sol por una miseria, pero tenía el calor de Ford y estaba todo controlado, pero el padre a pesar de Ford y de su dinero, estaba muy estresado, y cuando su mujer tuvo el niño no le pudo ver despierto. Tres meses mas tarde el padre no podía mas, y empezó a pegar a su mujer y a sus hijos, para desahogarse.
La mujer y los niños se escaparon, y lo que fue antes una preciosa ciudad natural y virgen ahora estaba contaminada, con basuras y muerte por todos los rincones, no había un solo árbol, se habían sustituido por fábricas en mal estado. Intentaron sobrevivir, pero la niña pequeña con apenas 2 años, murió de malnutrición y la mujer y el hijo malvivían con apenas 50 centimismos al día.
Pero como la naturaleza es sabia y justa. Perdón como Ford es sabio y justo dio a conocer la trágica historia de esta familia y la multinacional Culo-cola, que se ganó tan mala fama que tuvo que cambiar el nombre a COCA-COLA.
Pero no solo ha pasado con Fosomalia y Culo-cola (COCA-COLA), también pasa con Inindia y Nestleta (NESTLE) Y con millones de multinacionales y países autosuficientes. Velan por el cambio y desarrollo.
