One Shot

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-Lily, escapate conmigo. Sé que suena loco, ¿No ves lo que me haces sentir?.- Escuchaba las dulces palabras de Paul en mi oído.- Quiero ser tu chico perdido, tu última oportunidad, tu plan "todo mejor".- Continuaba cantando.
-Paul, no podemos. Si nos escapamos, el reino se descontrolará y todos los magos harán lo que quieren.- Respondí mientras veía como tomaba algunas varitas mágicas y las iba metiendo en una maleta.
-Lil, ¿Estas ciega? El reino ya está descontrolado.- Respondió un poco indignado.
Nosotros vivíamos en el mágico reino de Loveland, donde reinaba el amor y la magia, o al menos eso debería de ser. Loveland se ubica entre las mágicas Wristland y Youngland, pero a pesar de eso seguía siendo pequeño.
Los magos en Loveland habían tenido cierto tipo de conflictos de los cuales la realeza mágica no había tenido conocimiento. Y cuando ellos se dieron cuenta, no había solución alguna.
-Si, pero tal vez yo pueda solucionar las cosas.- Respondí, intentando impedir que Paul siguiera empacando.
-¿Tu familia? ¿La realeza? Lil,ni siquiera tu magia va a poder contra estos magos.- Paul me echó un suéter encima.
James Paul McCartney era la persona más insistente que en mi vida he conocido, pero también era el chico más dulce y la persona que mas amaba y quien más me importaba. La única cosa imperfecta es que con los problemas y ataques mágicos en Loveland no podemos vernos muy seguido, pero aun así lo hacemos. La idea de Paul sobre escaparnos ha sido gracias a mí, Lily McLove, princesa y heredera legítima al trono de Loveland.
La cosa va así: yo, Lily, estoy en peligro de recibir un ataque mágico y morir. Se supone que debería de escapar, pero no puedo. No puedo hacerlo porque mi magia es una parte importante del reino y de mi familia, pero Paul dice que mi vida importa más. Y es cierto que amar significa también amarse a si mismo, cuidarse.
-¡Lily! ¡Ya es hora!.- escuché a Paul en mi ventana.
-¡Sube!.- Aventé una varita para que con su magia pudiese subir.
-¿Lily? ¿Realmente quieres seguirme?.- Me miró con cara de angustia y preocupación.
-C-claro, estoy convencida.-Contesté.
-Bueno, ya tienes que tus cosas empacadas es hora de marcharnos.- Respondió mientras bajaba mi pequeña maleta.
-Paul.... Tu no llevas nada.-
Él volteo a verme con esa mirada tan dulce y tierna que me había conquistado.-¿No lo recuerdas? Sólo soy un ser mágico más, de aquellos que no necesitan nada. Y tambien soy ese ser mágico al que tu le interesas.-
Eso me hizo sonrojar. El es la única persona que hace que una heredera al trono se sonroje. Justo al terminar su frase fue cuando me dio un beso en los labios. Un cálido y amoroso beso.
Luego de salir del castillo, nuestra segunda parada era abandonar las puertas del reino que eran difíciles de burlar. Y más si es la princesa la que abandonará.
A las puertas del reino se encontraba un guardia que más despierto no podía estar, y era hora de llevar a cabo nuestro plan. La única cosa que podía hacer que las puertas del reino se abrieran sin que nadie (ni el guardia) lo notara era que alguien de la realeza insertara sangre suya más la de un "plebeyo" y sólo así se abriría la puerta y la atravesaríamos sin que el guardia nos vea. Me dolió mucho el hacer esto, pero tuve que cortarle en un dedo a Paul para poder huir.
Insertamos la sangre en la cerradura y ésta fue absorbiéndola hasta que la puerta quedó abierta y al fin pudimos escapar.
-Eso fue fácil.- Dijo Paul-Ahora tenemos que llegar a la siguiente parada: Earthland.
Earthland era el mundo humano, que vive de la magia de Loveland, y que siempre he querido conocer.
-El portal no debe estar tan lejos. Está a un lado de Youngland.- Dije revisando el mapa que tomé del castillo.
Nosotros caminamos y caminamos ya que fuera de algún reino nuestra magia no servía ni tenía efecto alguno. Al segundo día nos detuvimos.
-Lily...¿Sabes? Estoy feliz de que hayas aceptado a hacer esto conmigo, de que estemos juntos en esto.- Comentó Paul.
-Bueno, es que ambos queríamos ser libres,¿no? Y ahora lo somos.- Respondí mientras me levantaba y veía el mapa.- Youngland no queda lejos, ¡Sólo un kilómetro,Paullie!.- Exclamé. Sinceramente ya estaba cansada. Caminamos un par de horas más y llegamos a Youngland.
El portal se encontraba junto en el centro del reino, justo donde nuestra magia se comenzaba a hacer presente. Sólo hacía falta terminar de abrir el portal a Earthland para poder salir al fin, pero unos ataques comenzaron a escucharse.
-¡Lily! ¡Corre!.- Paul gritaba desesperadamente.- ¡Son ataques de Loveland!.- Esa última frase me sobresaltó.
-¡Paul, no! ¡Ayudame, Paul!.- Mis gritos desesperados se escucharon por todo el templo donde estaba abriendo el portal.
-¡Déjalo!.- Respondió.
-¡No lo haré! ¡No me daré por vencida ahora que estamos tan cerca de lograrlo!.-
Vi como Paul venía directo hacia mí, tomaba su varita y con eso terminaba de abrir el portal.
-¡Tú! ¡Hay que cerrarlo bien!.- escuché la voz de Paul, a quien le habían dado con una flecha mágica en el tobillo. Seguí esparciendo un poco de magia y el portal quedó bien sellado. Ahora íbamos cayendo en un agujero lleno de luz, al final tenia un letrero cuyas letras decían "Earthland"
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¡Hola! ¿Qué tal este "one-shot"? ¿Les ha gustado? ¡Déjenme saberlo en los comentarios! Tampoco me molestaría que se pasaran por mis historias (que están en mi perfil) en fin, este es mi primer one-shot, así que me gustaría saber su opinión sobre el.
Bueno, sin más que decir les deseo feliz año nuevo 2016 lleno de bendiciones y montones de cosas hermosas para ustedes.
¡Felices fiestas!
Les desea con amor,
mangoamarillo

Somewhere  (One-shot The Beatles)Where stories live. Discover now