Prólogo.

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Los pasillos de los hospitales siempre han estado fuera de la lista de mis lugares favoritos para pasar la tarde. Sobre todo si tienes que estar sentado sobre las incómodas sillas de la sala de espera hasta que los resultados de los exámenes que te acababas de realizar estén listos.

Las paredes blancas y los pisos tan pulcros siempre me han hecho sentir que me encuentro en el limbo.

Es ridículo pensar que un hombre de 24 años se sienta tan intimidado de estar entre estas frías paredes blancas, pero eso no es algo que se pueda controlar y mucho menos en una situación así, en la que únicamente tienes ganas de salir corriendo para vomitar porque sabes que esos resultados pueden cambiar muchas cosas.

Sabía que era una mala idea desde que esas palabras habían abandonado mis labios, culpo al poco alcohol que había en mi sistema, tal vez fueron esas dos copas las que me dieron el valor de materializar mis deseos en palabras.

¿Por qué lo hice aun cuando todo podía salir mal? Fácil, sabía que esa podría ser mi única oportunidad para poder tenerlo a él para mí.

Sentimientos como los que yo tenía por él estaban más que prohibidos por mi familia y mal vistos ante los ojos de los demás.

Un Marks y un Moore sólo podían estar juntos en la misma habitación si se trataba de una discusión sobre negocios. Era imposible que algo bueno pudiera salir de su combinación. Así que tomé mi única oportunidad, la única válvula de escape para poder estar con él.

Sólo una noche y todo se olvidaría, una noche donde no importara más que nosotros, una noche donde yo dejaría de ser Christian Moore y el dejaría de ser Sander Marks, una noche de pasión, una noche de consecuencias.

- Tiene usted casi tres semanas de embarazo -dijo la doctora seria.

Saber que mis mareos y dolores de cabeza no eran a causa del estrés al que me encontraba sometido no fue lo más duro, lo más difícil fue como llegaron todos los recuerdos y sentimientos de esa noche un mes atrás, todas las sensaciones que había ordenado a mi mente sellar.

Sólo bastó una noche para cambiar mi vida y la suya.

Dulce Enemigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora