one

1.5K 112 12
                                    

Sentí un balón impactar contra mi pierna, me caí y pensé para mí misma que solamente yo tenía esa suerte. Que problemático, pensar que minutos antes caminaba sin rumbo en esta enorme secundaria buscando la salida. Debido a mi mal sentido de orientación me perdí y tampoco quería ayuda para encontrarla, quería hacerlo yo sola.

Que problemático que también era testaruda.


—Los balones son mis peores enemigos — susurré.

Recordé todas las veces que un balón impactó contra mi cuerpo, no fueron muchas pero cada una de ellas me dejaron con la nariz sangrando o con algún moretón.

Vi que, sin duda, se formó un moretón en mi pierna, estaba rojo y seguramente mañana se iba a tornar morado. Era visiblemente doloroso, no tenía más remedio que usar medias al día siguiente.

Trate de pararme, pero una sombra apareció, alguien estaba detrás de mí. Seguramente el que me hizo esto vino a disculparse. Di una vuelta y vi a un chico, seguramente el más alto que vi en mi vida. Estaría completamente molesta con el pero su rostro me quito el aliento.

Además de alto era guapo, cosa que no podía resistir porque era mi tipo ideal.

— Perdón por golpearte con el balón, no pensé que llegaría hasta aquí.

Más que un adolescente, el parecía un hombre. Su voz era tranquila y profunda, nuevamente sentí quedarme sin aliento y mi corazón empezó a latir rápidamente, retorciéndose de alegría como si esto, el golpe en mi pierna fuera lo mejor que me haya pasado.
El gigante noto que no respondia y tomo mi mano, solte un grito inaudible y me guío por un camino. No me importaba a donde iríamos, con tan solo ver nuestras diferencias de altura mi mente ya estaba trabajando en preguntarse cosas tontas, preguntas que estaban llenas de deseo hacia él. ¿Sería bueno besando? ¿Tendrá novia? ¿Cómo se sentirían sus manos sobre mi piel?
Recordé una tira cómica que mi madre trajo de Argentina, pensando si mis hijos con él me cuestionaran si las llamas de la pasión me quemaron al conocer a su padre o solo me tostaron un poquito.

Les diría que, si me quemaron, el chico frente a mí con un uniforme de voleibol de pantalones muy cortos dejaba a mi imaginación volar y dejaban apreciar esos músculos fuertes de sus piernas. Sus hombros anchos y sus brazos también eran fuertes, tocarlos debía ser un sueño, sentir con las yemas de mis dedos su piel, la dureza de sus músculos.

Ya sentía como mi boca se humedecía tan solo pensarlo.

—Sabes no es necesario que me violes con la mirada.

Me sonroje, no pensé que realmente se notaba ¿Era tan obvio que quería desvestirlo allí mismo?

Mi mejillas rojas le dieron una respuesta y susurro algo que no escuche porque la enfermera entro y me vio allí en la camilla con mi muslo ya empezando a ponerse verde. Me froto en la parte afectada una pomada que tenía olor a menta.

Salimos juntos del consultorio y me guio hacia la salida, no podía dejar de observar su rostro esculpido por dioses. Sus ojos color olivo, me observaban tan profundamente que pense que estaba leyendo mi mente buscando mis más oscuros secretos. Sus labios eran el deseo, tan bonitos que solo quería probarlos.

—Tus labios y tu mirada me están tentando, podría decir que me estas empezando a gustar un poco.

Siempre me describí como una chica sin pelos en la lengua, siempre decía lo que pienso. Esto último fueron mis palabras más sinceras al adonis de compañero que tenía en mi delante.

Nuevamente sentí como poco a poco mis mejillas nuevamente se calentaban y empecé a correr, esta vez si tenia miedo de la respuesta que me daría, para salvar mi orgullo solo escapé.
Pero no contaba de que el era mas rápido y me alcanzo sin ningún problema, tomándome con fuerza de mi brazo, aprisionándolo para que no vuelva a escapar.


Así conocí al "Super Ace" del equipo de Voleibol de Shiratorizawa.


Cada día después del raro y soso encuentro hablamos todo el tiempo, lo esperaba a veces a que termine su práctica para irnos juntos a casa, ya era claro que nuestra relación iba más allá de ser amigos, pero no quería presionarlo espere a que el de el primer paso o hasta que yo me anime a decir en voz alta que Ushijima Wakatoshi me gustaba y lo deseaba desde el primer día.


Así paso el tiempo hasta que lo impensable paso, Wakatoshi fue el primero en confesar sus sentimientos hacia mí. sentí mi estómago lleno de mariposas y lo besé, como si el mañana no existiera.

Salir con Wakatoshi fue una experiencia bien linda y rara. Yo era demasiado atrevida y él era tímido no en exceso, pero aun así le gustaba cuando juntábamos nuestros labios en besos apasionados.

Nuestra "First Date" fue como todas las demás, estábamos súper nerviosos e hicimos desastres entre nosotros como derramar jugo, intentos fallidos de ser melosos y cosas así pero aun creí que fue la mejor cita que tuve ya que Waka fue mi primer novio, mi primer amor.


Él de afuera podría parecer serio e intimidante, tenía que admitir que era serio, pero conmigo era muy amable y seductor cuando mandaba su timidez al demonio, cada cosa que me decía mandaba a volar mi cordura y con sus palabras me derretía cual helado al sol. Creo que solo conmigo era así, con los demás era frío y tajante pero cuando estaba junto a mí era dulce y amable, no era celoso, cosa que agradecí con el alma, él tenía muy en cuenta que nadie podría derretirme como él lo hace yo tampoco era celosa, él estaba a mis pies, aunque no lo mostrara a menudo.

Siempre regresabamos juntos a casa y él siempre me decía lo bonita que era y que se perdía en mis ojos azules.
No sé cómo se pudo enamorar de alguien como yo, era muy alta y fachosa pero creo que aun así él me quería, quería todo de mi hasta mis imperfecciones como ser floja, fachosa además de ser la pervertida sin remedio.


Yo también lo quería como era un obsesivo con el voleibol. Todos se preguntan cómo me enamoré de alguien así, hasta yo me sorprendí al averiguarlo pero el amor viene como un golpe inesperado.
Para mi conocer a Ushijima Wakatoshi fue como encontrar una luz que solo era mía, hice milagros o magia desconocida para mí porque él estaba igual de enamorado, si no fuera por el golpe de un balón nunca hubiera podido experimentar el amor Wakatoshi, nunca hubiera podido sentir esos labios sobre los míos, nunca hubiera podido sentir el calor de esos brazos tan fuertes que tiene y nunca hubiese experimentado la mirada dulce y amorosa de él.
Realmente me enamore con locura de él y ni quiero dejar de amarlo.

Flying BallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora