Los primeros copos

Tu, mi recuerdo

Conforme la vida marcha, te darás cuenta quién importa, quién nunca importó y quien te importará siempre... Es cierto que hay cicatrices que no se ven, esos son los recuerdos, la mayoría buenos momentos de nuestra vida que no se nos olvidaran pero los que de verdad nos dejan huella son aquellos que dolieron y que a pesar de todo, nos hicieron fuertes y nos ayudaron a ver el mundo, la realidad.
Una de las cosas que más duele es el amor, pero también es una de las más bonitas. He estado toda una vida buscándolo, cuando me di cuenta que este venía solo, de repente, cuando menos te lo esperas y si esa persona está realmente enamorada de ti, estará toda una vida contigo, porque si, es cierto solo tenemos una vida, pero si vivimos cada momento, cada segundo al máximo, una es suficiente. Y de lo que me he dado cuenta es que las princesas no conocen a su príncipe azul y vivieron felices y comieron perdices, cierto que todos los libros tienen un final, pero en realidad los momentos felices nunca tienen un final.
Pero os voy a contar una historia, que como ya sabéis va a tener un final, pero no sabréis cual, las historias te hacen vivir, sentir, imaginar.. Pero a pesar de todo sabremos que no termino del todo, que mi vida siguió y siguió y esto, es tan solo un pequeño fragmento de ella.

Me llamo Melissa y tengo 16 años. Soy una chica corriente por lo que se puede decir, un pez más entre los millones de este mundo, y todavía no me he encontrado a mi misma. Quién soy? Me pregunto cada día. Veo a todas las chicas de mi colegio, la mayoría copias, mismo tipo de ropa, mismos peinados... Aunque a medida que pasan los años, la gente se va encontrando. Y eso es lo que voy a hacer.
Me disponía a cruzar la calle cuando de repente oigo a alguien gritar mi nombre. Era mi mejor amiga Tessa, aunque siempre la llamamos Tess. Es de pelo negro, ojos verdes y exóticos, por lo que se podría decir mi amiga "modelo" que le encantaba ligar con chicos, y siempre llamaba la atención, pero no era como las demás, ella tenia su propio estilo, era diferente. Además me entendía y siempre estaba ahí, para lo bueno y para lo malo, ella, mi mejor amiga. Y podríamos ser totalmente diferentes, pero eso era lo que nos hacía iguales, nos queríamos y ayudábamos como hermanas y las diferencias nos hacían unirnos más.
Entonces me dí la vuelta, y como siempre hacíamos, nos dimos un abrazo superfuerte e hicimos nuestra ruta de siempre hasta el colegio. Era la vuelta de vacaciones y el frío ya se empezaba a notar cada vez que soplaba una pequeña brisa. Cuando entramos por la puerta principal, nos dieron nuestros nuevos horarios, "por favor, que nos toque juntas" - decíamos al mismo tiempo como si nos leyésemos la mente. Entonces, abrimos el papel y empezamos a comparar las clases, por suerte nos había tocado en la mayoría juntas pero no en todas. "Ahora tengo arte" la dije y me respondió con una sonrisa y dijo "yo también !".
Ya estábamos en clase de arte, sentadas en una de las filas de mesas que iban de dos en dos, y sonó la campana, el profesor entró en clase y nos dió la bienvenida al nuevo curso, pero unos segundos después alguien entró en clase, no lo podía reconocer pero desde vaqueros desgastados hasta su cabello castaño claro me resultaba familiar, y a la vez muy atractivo. "Este es Nate" - dijo el profesor con voz firme he imponente, " Ha venido de un pequeño pueblo de las afueras y se va a quedar aquí por una temporada. Nate coge tu asiento". El chaval comenzó a caminar y alzó la mirada, después de un momento me miró a los ojos y me saco una de esas sonrisas de las que cualquier chica se derritiria, pero yo no soy cualquier chica, así que le alcé una ceja haciéndome la interesante, y con mirada de sorpresa y una expresión de reto se sentó delante de nosotras. "Uy pero que yogurin" - decía Tess mientras nos reíamos por su expresión.
El día fue avanzando y siempre me preguntaba, de que me sonará ese chiquillo? Parece tan misterioso... "No le des vueltas" me decía a mí misma. Y de pronto sonó la campana, ya se había acabado el colegio, "vaya qué rapidez" pensé. Y ya comenzando a volver a casa, una bici cruzó por delante mío y me tiro al suelo, "pero que cabron" dije, y toda molesta me levante y me empecé a sacudir pero para entonces ya era demasiado tarde, podía ver todas mis notas volando por los aires, Asiq empecé a perseguirlas hasta que me choqué con alguien, "Ui lo siento" respondí pero antes de que levantase la mirada la persona con la que me había chocado se agachó y me dijo "te ayudo?" Entonces me día cuenta que era Nate, y yo toda roja le sonreí diciendo "no te preocupes" pero él ya había empezado a recoger. Después de un rato ya tenía todo en mi mochila y le di las gracias. A donde vas ? Me pregunto, "a mi casa, a donde sino?" Le respondí y empecé a caminar, "pues te voy a acompañar antes de que te pase alguna otra tragedia de las tuyas" pero no le respondí, tan solo le mire a los ojos y le sonreí.