Capitulo 1

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Dedicado a PPM1982

Me llamo Valeria desde que nací vivía en una Hacienda, rodeada de muchos animales, y hoy regreso, después de tanto tiempo, a la que fue mi hogar.

Al llegar al aeropuerto me giro hacia esa hermosa ciudad que estoy a punto de dejar atrás junto a mis amigas, trabajo, mi independencia, mi pequeño apartamento... en fin todo lo que he obtenido por mi arduo trabajo, pero aunque siento nostalgia no me arrepiento, mis padres lo valen.

Le entregó mi boleto a la chica y me adentro al avión ubicandome en mi puesto, trato de pensar en cosas positivas, como por ejemplo:

Volveré a estar cerca de mis padres.

Estar con mi caballo "Ania".

Poder compartir nuevamente con las personas que me vieron crecer.

El tiempo pasa volando mientras me pierdo en mis pensamientos. Bajo del avión y me dirijo a buscar mis maletas, al momento de salir escucho a alguien gritando mi nombre desde lejos, me giro y veo un chico corriendo hacia mí, viste con camisa a cuadros, con botas y sombrero, el típico vaquero chulo, aunque no está nada mal, quito inmediatamente esos pensamientos de mi mente que logran que mis mejillas se sonrojen un poco, a solo unos pasos más y lo tengo frente a mí.

-Hola, veo que no me recuerdas, soy Sergio, tu compañero de clases y ahora el ayudante de tu padre, me mando a buscarte.

-Hola, disculpa, entonces vámonos.

-Permíteme ayudarte con eso-señala mis maletas.

-Sí, bueno, bien- por una extraña razón su mirada me hace sentir nerviosa.

Nos vamos al estacionamiento y juzgando por su apariencia esperaba encontrarme con un carrazo pero ¡qué gran sorpresa me he llevado al ver mi vieja camioneta andando! mi último recuerdo de ella fue cuando el mecánico me dijo que no tenía arreglo.

-¿Esa es mi camioneta o la estoy confundiendo?

Me muestra unas llaves y me las lanza.

-¿Por qué no lo averiguas?- coloca mis maletas en la parte trasera de mi camioneta mientras yo me siento frente al volante, introduzco la llave en la ranura y empiezo a sentir la adrenalina correr por todo mi cuerpo.

Sergio se monta de copiloto y enciende el reproductor, para mi gran sorpresa el CD de ABBA empieza a sonar, ¡¿Cuántas sorpresas más me llevare hoy?!

-¿Pero cómo?

-Hace un poco más de un año la descubrí, tu padre me conto su historia y pensé "Por qué no arreglarla, cuando ella venga podrá tener en donde transportarse" así que puse manos a la obra y aquí la tienes como la última vez que la viste.

-Oh, muchísimas gracias, te pagare todo lo que tuviste que gastar.

-Ya lo hiciste.

-¿Qué dices?

-Acabas de dejar todo atrás, tus sueños, tus metas... para regresar con tus padres, solo una persona con un corazón tan noble como el tuyo haría algo así.

Sin agregar ni una palabra más salimos del estacionamiento directo a mi hogar. Al comienzo iba a una velocidad adecuada pero una vez que salimos de la ciudad acelere un poco, ¡Cuánto extrañaba estar aquí! Y es ahora que me doy cuenta de ello.

Ya vamos llegando a la hacienda de mis padres, a medida que nos acercamos reduzco la velocidad al girar mi rostro hacia la ventanilla la vi, siempre tan hermosa, impresionante, majestuosa, mi Ania. Sin poder contener mi impulso freno la camioneta y salgo corriendo a su encuentro, como pude salte la cerca y corrí todo lo que mis piernas me permitieron, cuando tuve a unos pasos de mi yegua me detuve, ella se me acerco poco a poco intentando reconocerme, cuando al fin pude acariciarla una sonrisa escapo de mi rostro, me sentía feliz, libre, segura, sentí que había regresado a casa, ya estaba en mi hogar.

Valeria Un Sueño PosibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora