Albus Severus Potter y Scorpius Malfoy siempre estaban juntos, no solo compartían habitación en Slytherin, sino que estudiaban, hacian los deberes y pasaban su tiempo libre juntos ¿Sorprendido de que un Potter y un Malfoy sean mejores amigos? Eso mismo le ocurrió a todo Hogwarts durante el primer año de ambos chicos, luego se fueron acostumbrando poco a poco y con algo de esfuerzo.
Ahora, con dieciseis años cada uno, las cosas son algo distintas de cuando estaban en primer año. Como siempre, Albus ha sido el primero en darse cuenta de que no es normal mirar a su mejor amigo de esa manera, como tampoco lo es tener esos sueños y reaccionar de esa manera cada vez que se tocan.
El castaño ahora mismo se encuentra sentado en su cama, leyendo un libro que su prima Rose le ha dejado, mientras espera a que Scorpius salga de la ducha después de su entrenamiento de quidditch, deporte del cual se ha hecho muy fan ahora.
Escucha como la regadera se para y en ese momento su libro deja de ser de todo menos interesante, trata de concentrarse de nuevo en el, pero no lo consigue, esta más pendiente de que su amigo va a salir en cualquier momento.
Cuando por fin sale, no puede evitar mirarlo.
Su pelo rubio esta mojado pero peinado hacia atrás, eso le hace reirse internamente porque Scorpius odia su frente y prefiere esconderla tras su flequillo (cada uno tiene las manías que tiene) , lleva puesta una camiseta verde y un pantalón negro de chandal.
-¿Tu no eras el de "los Slytherin tenemos que ir bien si o si siempre" ? -le pregunta sonriendo.
Scorpius también lo hace y se pone frente a el.
-¿Y tu no eras aquel pequeñajo taaaan adorable que iba quejandose siempre de encantamientos? -le contesta mientras le pellizca la mejilla izquierda como si fuera un niño pequeño.
Se encoje de hombros.
-¿Pequeñajo adorable? -dice incrédulo para después añadir- Las cosas cambian... Seguro que tu me has pegado algo.
-Hombre, -sonrie con orgullo- ahora eres un poco más cabroncete.
No puede evitarlo, se rie a carcajadas por la contestación del rubio.
Cuando para de hacerlo Scorpius le mira feliz, como si se sintiera orgulloso de poder hacerle pasar un buen rato.
Albus suspira, deja el libro en la cama y se levanta.
-Deberíamos irnos, estarán ya sirviendo la cena -dice mientras se estira.
Va a irse cuando Scorpius le detiene cogiendole de la muñeca.
El castaño le mira extrañado y pronto se da cuenta de como le observa el otro, como si tratase de entender que le falta a su poción para estar bien.
Albus sabe lo que le pasa, o al menos lo sospecha.
Scorpius Malfoy nunca se había enamorado y menos de un hombre, es por eso que no entendía lo que estaba sintiendo. Por que si, había salido con un par de chicas antes, pero nunca habia sido nada serio o con sentimientos, simplemente experimentar.
Potter se acerca más a el y le mira con algo de ternura, porque le recuerda a un niño perdido que no sabe que hacer.
-¿Estas bien? -le pregunta.
Scorpius no le contesta, simplemente lleva su mano hasta la mejilla de su mejor amigo y la acaricia lentamente, haciendo que Albus se derrita de la emoción de que vuelva a pasar, parece dudar si acercarse o no, pero al final lo hace.
Y Albus vuelve a sentir los labios del rubio, el beso empieza siendo lento, Scorpius mantiene su mano en la mejilla de su amigo mientras que este timidamente mete la mano en la cabellera rubia del mayor, sus lenguas se acarician una y otra y otra vez, Albus se siente genial y más cuando el rubio toma más confianza y hace el beso más demandante.
