El hoyo de la vida.

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Aqui estoy viendo la tele como cada martes a las 4:00pm esperando a que mi padre regrese del trabajo, sola como siempre, mi madre falleció hace dos años en un choque y la extraño más que a nada en el mundo, al morir no solo se fue su alma, también la mia.

Estoy sola pues ya tengo 16 ya deberia ser más independiente, pero no es a lo que me refiero, pueden rodearme 20 personas o más pero seguire sola, no hay nadie que pueda llenar el vacio que dejo mi madre en mi vida, ella ocupaba un gran lugar, ahora hay un gran hoyo negro donde cualquier pensamiento alegre me recuerda su risa y ese pensamiento es brutalmente absorbido al hoyo llenandose de depresion, amargura y tristesa.

Mi papá hace muchos esfuerzos para alegrarme a lo cual respondo con sonrisas falsas, la vida me ha quitado lo que mas ame y ahora quiere que me pare y siga como si nada, como si nunca la hubiese mirado, como si nunca hubiesemos reido juntas, como si no hubieran recuerdos de ella dando vueltas en mi cabeza día y noche, como si no la hubiese amado.

Cuando me dieron la noticia de que mi mi madre habia fallecido, de que no la volveria a ver senti como mis piernas se quebraban, mi corazon se derretia por las llamas que ardian en mi pecho, las mismas que formaron un hoyo negro en mi alma y un vacio en mi interior.

Cuando llego mi papá me dijo que tenia una sorpresa para mi pero no es tan sorprendente cuando a diario trae algo para subir tu autoestima.

En eso una niña de 8 años que estaba en su espalda se asomó era
morena, de pelo negro asabache, risado y largo, es alegre, cariñosa y un poco traviesa, desde el primer día no ha perdido su encantadora sonrisa ni su radiante mirada que te hace caer rendida hacia ella.

-Ella es Sue- dijo con ternura y con un brillo especial en los ojos que solo vi una vez y fue cuando se despidió de mi mamá para siempre.

-Hola, es bueno tener a alguien a quien llamar hermana por primera vez- Dijo Sue entusiasmada.

Le enseñé la casa, hablamos de nosostras, reimos y lloramos un poco pero al final nos dimos cuenta de que estabamos juntas para no volver a estar solas.

Para Mi HermanaOnde as histórias ganham vida. Descobre agora