Segundo trimestre Capitulo I

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Ya eran las siete y cinco de la mañana, la hora en la que la joven solía levantarse para ir a ese infierno llamado instituto.
-Bien... Vamos, arriba- murmuro mientras intentaba moverse de la cómoda cama. Sin pensárselo dos veces mas, se levantó se fue a hacerse el gran desayuno de todos los días y después se lavó los dientes.
Ella era una chica bajita, delgada, con un buen cuerpo, de pelo moreno y ojos oscuros. Nunca le había importado lo que la gente dijera y pensara de ella, ya que nunca se habían dignado a dirijirle la palabra.
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Ya eran las once y cuarto de la mañana y Elisabeth, tenia clase de teatro. El profesor, Willy, era un hombre mayor, de unos 57 años, bajo y rellenito, ya no le quedaba demasiado pelo, aunque el poco que le quedaba lo lucía bien, ya que era largo y de un color grisáceo intenso. Elisabeth llegaba tarde, como siempre, a todas las clases. Aunque esa era una de sus favoritas no podía evitar pasarse los recreos en la biblioteca, y ahí no había tiembre, por lo tanto casi nunca se enteraba de la hora que era. Así que cuando llegó a clase abrió la puerta de golpe y dijo -¡¡YA ESTOY AQUI!!- fueron unas palabras con tanto entusiasmo que el profesor le dijo - Así se hace Elisabeth, con poder, con fuerza en las cuerdas bocales!! Y ahora, por favor, sientate.- Todos sus compañeros se rieron de ella, menos algunos, tres en concreto, ambos habían llegado ese mismo día al centro, por lo tanto no tenían ni idea de que ella, era la chica invisible, la que solía estar sola, rodeada de libros, los cuales le hacia mas compañía que cualquier ser vivo de este planeta, excepto su familia y su perro Tanatos, un pastor alemán negro con los ojos mas oscuros que nunca habían visto los suyos. Pero bueno, continúo, los tres jóvenes nuevos eran: Clary, Evan e Irene, todos habían llegado el mismo día, a la misma hora, y en el mismo coche, Clary y Evan eran mellizos e Irene era la prima de ellos, que vivían juntos porque sus padres habían muerto en un accidente de tráfico cuando ella solo tenia tres años.
Elisabeth, como siempre, al ver que la había cagado agachó la cabeza y se coloco el mechón de la parte delantera derecha que le caía sobre su acorazonado y pálido rostro detrás de la oreja, con esas suaves y delicadas pero fuertes manos, en las que tenia unas largas uñas, pintadas de un negro mate y en las que ponía "Die, - you - not - are - nothing" junto a un anillo en forma de calavera que llevaba tatuado en el dedo pulgar. Irene no pudo evitar fijarse en ella, la joven era morena alta y bastante delgada, tenia varios tatuajes por los brazos y medio lado de la cabeza rapado, un piercing en el labio, justo en la parte izquierda y una dilatación en la oreja derecha, los ojos azul oscuro, y muy grandes,... Era una chica bastante guapa y parecía tener mala hostia, desde luego que si, y bastante. Se levantó y se dirjio hacia Elisabeth, no había ninguna silla vacía junto a ella, así que se acercó a un empollon que había a su lado y le dijo - He niño, levantate de aquí, a no ser que quieras que te levante yo. - El niño, asustado se fue corriendo al sitio donde estaba sentada ella antes, sin decir ni una palabra.
- Hey, tu debes de ser Elisabeth, me equivoco? - Ella al ver que se sabia su nombre no pudo evitar mirarla rápidamente y decirle - Eh... Yo... Si, soy Elisabeth. Y tu quien eres? -
- Me llamo Irene, soy nueva en el centro y pues... Aquí estoy, intentando encontrar a alguien que no me toque los cojones como me los tocaban en mi otro instituto-
Elisabeth se rió y le soltó sin pensárselo dos veces
- pues aquí hay demasiada gente que toca los cojones, vamos que los tocan. Así que, ya puedes empezar a sacar los puños americanos, te lo recomiendo. -
-Vaya vaya, guapa y con sentido del humor- mientras reposaba la espalda sobre la parte trasera de la silla y entrelazaba los brazos
-lo tienes todo chica, lo tienes todo-
Elisabeth se rió volviéndose a colocar el mechón de pelo detrás de la oreja mientras observaba a Irene con esos bonitos y grandes ojos marron intenso.
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La clase de teatro había acabado, y las dos chicas salieron juntas de clase. Y Evans y Clary hablaban entre ellos.
– Quien es esa con la que va Irene? – interesado el joven.
– No lo se, pero por lo que hemos podido observar. No es muy querida en este lugar.–
– Eso, querida hermana, esta claro, pero yo no entiendo el porque, parece una agradable persona.–
– Quizás, y espero, que sea así. Pero ya sabes que las apariencias engañan.–
– Es así como parece ser, lo presiento– dijo Evans observándole con curiosidad desde la distancia mientras ella hablaba con Irene. Después de estar unos minutos observandole, mientras su hermana leía un libro, se levanto y fue hacia ellas. Clary, levanto la cabeza, pero no murmuro ni comento nada.
– Hey Irene, ¿no me vas a presentar a tu nueva amiga?–
– No tenia intenciones de ello, por ahora primo – girándose – pero ya que estas aquí, que así sea–
– Vaya, que vocabulario tan refinado tenéis entre vosotros – dijo Elisabeth –
– Venimos de una familia de duques, nos han inculcado muchas cosas, y por suerte, el buen hablar es una de ellas.– Evans orgulloso –
– Si, por suerte. – Irene, con una sonrisa sarcastica mirando a Elisabeth, la cual le devolvió la sonrisa.
– Prima, siento que no domines el bello arte de las palabras – dándole una palmadita en el hombro –
– El problema, es que si lo domino, y no únicamente ese, tambien el de barrio, y tres idiomas más que tu, solo quería recordartelo. Estimado primo. –
– Clary, no pudo evitar reírse desde lejos de la vacilada por parte de Irene a Evans y despues, se acercó a ellos.
– Para que sigues intentado hacer quedar mal a Irene si sabes que no puedes – mientras se sentaba junto a su hermano – Hola, soy Clary– cediéndole la mano a la joven.
– Encantada, Clary, yo soy Elisabeth –
–Oh, que bello nombre tienes, y uñas– observándole las manos–
– Solo uñas, mirale a ella – dijo Irene, sin cortarse ni un pelo.

En Un Viernes 13حيث تعيش القصص. اكتشف الآن