capítulo único.

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n/a: si entraste aquí buscando incesto, realmente creo que este no es el lugar, bye


La respiración de YoonGi se atasca por unos momentos en su propia garganta antes de escapar desesperada por sus labios cuando despierta, saliendo de la nube del extraño sueño que ha tenido.

Era oscuro, habían estrellas y el aire estaba cálido, pero después chocaba con frialdad contra su rostro y contra la piel de su mano sujetada fuertemente a la de JiMin. Y después habían flores de sangre en el suelo pero no había llanto y es entonces cuando YoonGi ha despertado, el color de la angustia derramándose en su pecho y no se ha dado cuenta, pero sus mejillas están húmedas y saladas.

Le duele el cuerpo y en el centro del pecho, pero todo es un enredo de colores inexistentes y palabras rotas dentro de su mente.

Respira un poco más, calmándose a sí mismo y encuentra la tranquilidad cuando gira el rostro y JiMin sigue dormido a su lado. Su respiración de bebé es pacífica e invita a YoonGi a acurrucarse en su pecho después de que el reloj le dijera que tiene unos minutos antes de que la alarma suene y tengan que levantarse para ir a clases.

Sin embargo, cuando vuelve a recostarse muy cerca del tibio cuerpo más fuerte de su hermano, JiMin acuna con uno de sus brazos la cintura de YoonGi, atrayéndolo más cerca y sobre él.

-¿Tuviste una pesadilla? -el tono de la risa de YoonGi es ligero cuando JiMin sopla la pregunta entre sus labios, porque es cómico ver al chico con los ojos cerrados todavía mientras habla.

YoonGi asiente, pero inmediatamente le resta importancia y vuelve a acomodarse sobre JiMin, escuchando detrás de su pecho el relajante sonido que le murmuran los latidos de su corazón, como lo ha estado haciendo desde que estaban juntos dentro del vientre de su madre, y YoonGi siempre jura que recuerda oírlo también desde entonces, pero todos se ríen de él cada que lo menciona.

Siempre es YoonGi el que tiene pesadillas y JiMin el que puede sentirlas al despertar. Ésta ha sido oscura y amarga, ahogada en lágrimas azules con el mismo sabor desesperado y YoonGi al parecer a derramado unas pocas en sueños porque cuando JiMin abre sus ojos y cambia sus posiciones, él arriba ahora, puede ver la humedad cálida en las mejillas pálidas de su hermano.

Quiere preguntar cuando ve dentro de los pequeños ojos de YoonGi ese brillo inconfundible que siempre le susurra que ha visto antes, en otro lugar, la oscuridad en el centro de las pupilas de YoonGi, pero es tan tonto, porque ellos han nacido juntos, por supuesto que ha estado viendo a YoonGi desde que nacieron, incluso antes.

YoonGi quiere responder, pero ni él mismo recuerda su sueño tampoco, casi nunca lo hace la verdad, así que ambos solo terminan levantándose para ir a la escuela cuando la alarma les grita en el oído la hora -o más exactamente JiMin se levanta y YoonGi es arrastrado fuera de las sábanas.

*****

Los dedos de sus manos están cálidamente entrelazados dentro del bolsillo de la chaqueta de JiMin cuando bajan al subterráneo del metro esa misma tarde después de salir de clases.

Nunca lo han dicho en voz alta, pero ambos saben que piel contra piel cuando se toman de la mano o duermen juntos en la misma cama incluso cuando hay dos en su habitación, está mal y deben hacerlo en silencio, cubriéndose con la oscuridad detrás de lo que no es cierto para los ojos de los demás.

Extrañamente, hoy es YoonGi quien está hablando entre bullicio del metro, sobre un libro al parecer, pero, aunque JiMin en parte si le está escuchando mientras asiente de vez en cuando, su mente esta siendo ocupada por el sueño de YoonGi. A diferencia de su hermano, él si lo recuerda, y las sensaciones amargas le apretan en el pecho entre garras frías que se están riendo de él.

las estrellas no están a nuestro favor » jimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora