Lily

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Capítulo único.

Sólo tenía nueve años cuando todo pasó.

Tweek corría rápidamente entre los árboles del frío bosque. Sus pisadas resonaban fuertemente contra el frío suelo y su respiración era tan agitada y frenética como los latidos de su corazón.

Hace poco se encontraba tranquilamente en el salón de la cafetería almorzando con sus dos mejores amigos, sintiéndose levemente angustiado por la ausencia de su azabache favorito pero logrando mantenerse lo más tranquilo que podía. Y el día pudo haberse mantenido tranquilo de no ser por culpa de un chico que tiró toda su comida sobre Tweek.

El rubio no quería tomarle mucha importancia al asunto, pero al ver como el resto de los alumnos se amontonaban a su alrededor y comenzaban a corear "pelea" el comenzó a entrar en pánico.

Token y Clyde habían desaparecido entre el gentío, pero aún así Tweek lograba escuchar como ellos dos trataban de detener esa innecesaria pelea con su compañero de clases.

Pero todo pareció irse hacia abajo cuando el niño contrario comenzó a burlarse de Tweek, quien lo hubiera ignorado de no ser por sus palabras tan hirientes.

-Oh vamos Tweekers, ¿acaso no te atreves a golpearme? Seguramente quieres irte a llorar con tu mami ¿no?- algunos de los presentes rieron ante las palabras del contrario. Tweek simplemente negó con la cabeza- Tsk. Eres un marica, casi igual o peor que todos tus raros amigos.

Y esas simples palabras fueron suficientes para que algo en Tweek reaccionara, dándole rápidamente un golpe en el pómulo derecho al niño contrario. Nadie tenía derecho de decir esa clase de cosas, y menos si era hacia las personas que más quería en el mundo.

-N-No vuelvas a hablar así de mis amigos...- el chico contrario miró su labio (que había comenzado a sangrar) y frunció el ceño molesto, acercándose a Tweek para devolverle golpe y acertando fatídicamente en su ojo izquierdo.

Y así había comenzado una pelea entre Tweek y ese chico, el resto de los alumnos coreaban felices y poco les importaba las consecuencias que podrían tener sus actos.

Estuvieron así unos minutos hasta que la directoria victoria hizo su aparición en la cafetería, alarmando a todos los niños del lugar y logrando que todos se quedaran callados y miraran asustados a la tan iracunda mujer.

Tweek entró en pánico al ver a la directora frente suyo, y más aún cuando el otro chico se puso a llorar y comenzó a acusar a Tweek de ser el culpable de todo este alboroto.

Asustado, Tweek comenzó a jalar de sus cabellos mientras comenzaba a contar mentalmente hasta diez ¿y si la directora victoria quería hablar con sus padres? ¿Y sus sus padre se enojaban y lo enviaban a un instituto correccional? Oh peor aún ¿y si querían finalmente venderlo como esclavo? ¡¡DEMASIADA PRESIÓN!!

Con las lágrimas a punto de salir, Tweek salió corriendo de la cafetería y posteriormente del colegio. No le importó los gritos de la directora, no le importó los gritos de sus compañeros, lo único que quería hacer era escapar, huir de todo el alboroto y buscar un lugar donde pudiera encontrar su "lugar feliz"

Y así es como terminamos ahora, con un Tweek corriendo a diestra y siniestra entre un bosque mientras no distinguía su camino y simplemente se dejaba llevar por su instinto.

Finalmente su corrida se acabó cuando Tweek tropezó con una rama de un árbol y terminó cayendo de cara contra el frío suelo. Con cuidado Tweek se sobó su nariz y se sentó de una manera más cómoda, quedando sentando en posición de indio.

Se quedó en silencio por un segundos, hasta que sin poder evitarlo, pequeñas lágrimas de frustración comenzaron a caer de sus ojos, siendo limpiadas rápidamente por Tweek y logrando que el pequeño rubio se sintiera impotente. El no debería estar llorando por esa estupidez, cuando se trataban de temas serios el siempre lograba mantener la calma, pero si era cualquier cosa pequeña el no podía evitar  que las lagrimas comenzarán a caer por sus ojos, haciendo que se sintiera de una manera patética y miserable.

Lily [O.S]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz