Estaba volviendo a ver la serie cuando me encontré con este capítulo, no pude evitar shippear. No recuerdo el cap pero solo sé que era de las primeras temporadas. Disfruten su lectura.
Al tomar un pedido de un antiguo agente de Gibbs. Tony no pudo evitar sentirse celoso.
Si. Muy celoso.
Pero es que ¡Era totalmente justificado! (Según el) el ya llevaba como agente dos años y como amante de Gibbs apenas uno, su sexo casual era espléndido al igual que las escapadas.
Ahora estaba en una situación incómoda, debía salir pero aquel cariñoso trato le puso de los nervios. Prefirió salir.
Estaba tan ocupado en sus celos que no sintió aquella fugaz mirada a su trasero.
La segunda vez fue cuando le mandaron a revisar todo, ese cariño que le daba lo hacía reventar.
Kate preguntó que le sucedía. No tuvo más que contarle todo. Maldición que le gustaba ese viejo de mierda. Habló de que las relaciones eran distintas entre Burley-Gibbs y el-Gibbs.
-Qué frustrante.- Sale de aquella habitación que definitivamente no era donde debía estar y suspira.
Maldito portaaviones, maldito Burley, maldito Gibbs, malditos todos.
Cuando hablaron de su pasado lo hicieron enojar. Nadie lo notó, Gibbs sí lo hizo.
Gibbs nota todo horas antes que pase.
Notó que estaba enamorado del antes que el mismo.
Cuando ya habian terminado el caso se dio cuenta de la realidad, a Burley le había costado toda la estancia en NCIS el ganarse una sonrisa de Gibbs. En verdad él estaba celoso.
Cuando llegaron a D.C. cada uno fue a su respectivo descanso. Tony a su apartamento, donde se dio un baño y volvió a salir.
Media hora despues estaba cenando junto a su querido jefe y amante.
-Estabas celoso.- Comentó Gibbs bebiendo tranquilamente de su cerveza.
-¿Qué? Yo... Yo ¡Claro que no!- Su sonrojo fue demasiado notorio. Haciendo que una leve sonrisa apareciera en su rostro.
La cena paso silenciosa luego de eso, dejaron los platos desechables en la basura y se echaron en el sillón. Aun estaba un poco molesto por lo del buque, pero.
Cuando Gibbs comenzó a besarle el cuello se dio cuenta al fin.
Gibbs pudo elejir a Burley. Pero no. Lo eligió a el.
"Ya no tenia porque tener celos" pensó dejándose llevar por las manos del amor de su vida.
