DISAGREEMENT.

Boy X friend (I)

Entonces, una mano que ya conoce de muchos años, que es grande y malditamente cálida, que se ajusta a la suya, pero es ajena. Esa mano toma la suya con un fiero agarre y sin esperar nada del repentino momento, es jalado como un trozo de papel. Sus ojos no caben de la sorpresa. Todo es irreal, parece que salió de uno de sus ocultos pensamientos. Sólo siente que es jalado y corre detrás de una espalda forrada en tela costosa y elegante.

"¿Qué estás haciendo?"

***

La época de todo púber es de las mejores. Según muchos, las amistades, lazos, inclusive la música, son de los que más perduran si se da en esa edad. No muchas veces es cierto, pero si 'muchos' lo dicen es porque así es.

Si le piden a KyungSoo recordar esa etapa de su vida, diría que fue buena. La llenaría de muchos adjetivos, nombraría canciones que le recuerden específicas situaciones, olores cargados de recuerdos y lugares que tienen imágenes impresas en éstos mismos. Hay huellas de su edad gloriosa por todo lado.
Con decir que si pasa por la cuarta avenida principal de la segunda manzana de su vecindario, rememoraría la persecución del perro de su vecino. El aguerrido can no le dio tregua. Corrió tras él por dos horas, la gente se reía de él y no ayudaban, hasta hay un video del momento rondando por internet. Lo curioso es que el perro, tiempo después, le llenaba de lamidas cargadas de baba y mucho cariño. Perros...

Sin embargo, la historia del perro desencadena otra y tal vez, no tal vez es verídico, la que produjo sus dolores de estómago, falta de respiración, sudoración, espasmos. Alguien debía hablar con el médico de la escuela cada cierto tiempo... bueno, no médico, un aspirante que demoraría años y que a fin de cuentas se decidió por otra carrera, pero era un futuro médico en su momento. Claro, el médico tenía un ayudante que estaba casi, o más, loco que él.

Regresemos al martes de enero de un año sin número.

Los días libres de escuela eran de lo mejor que podía existir en la vida de los chiquillos. Es por eso que planeaban reunirse para comer 'basura' llenarse de dulces y jugar algún video juego.

Estaba llegando diez minutos tarde y sabía que le tendría que comprar algo que los demás quisieran porque es una falta de respeto llegar tarde a tal magnífico encuentro y no recibir una amonestación. Y si, su billetera recién estrenada se vería sufriendo por todo el dinero que le será arrebatado.

Él caminaba apurado por las calles de su vecindario, necesitaba llegar cuanto antes a la casa de JongDae. Sus cortas piernas no ayudaban mucho, sólo hacían que su boca se abriera y su respiración fuera pesada. Condición física del mal.
El asunto aquí es que mientras caminaba, un perrito se liberaba de su insignificante correa y se alejaba de su dueño para sí darle el encuentro en la segunda esquina al apurado muchacho. Y así, con ganas de jugar y corretear con libertad persiguió a uno de los protagonistas de esta extraña historia. Tonto 'Nari'.

Nari, el perro de su vecino, tenía la costumbre de ladrar y molestar, pero no mordía. Era cobarde el granuja.

Las dos horas pasaron con sudor, gritos de «¡AUXILIO!¡AYUUUUUDA! ¡EL ANIMAL ESTÁ POSEÍDO!», y nulos intentos del dueño del perro por detenerlo.
Si, el dueño del perro sólo caminó un poco, dejando que el perro corriera y se divirtiera a costa de su vecino. Si, no tuvo miramiento, se sentó en la acera de la calle y sacó sus audífonos para bloquear los gritos de 'niña'. Aparte, su perro iba a regresar, no había de qué preocuparse.
Su perro regresó tiempo después, le puso la correa y regresaron a su casa, o al menos lo intentaron.