John

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Nunca sabrás lo que en realidad pasó ese día.

Nunca sabrás que en cuanto me enteré de la noticia sentí que mi mundo se venía abajo.

Nunca sabrás que tomé el primer vuelo a Nueva York para verte.

Nunca sabrás que en cuanto llegué todo se había vuelto gris para mí.

Nunca sabrás que entré a la funeraria con el ama destrozada y la cabeza cabizbaja.

Nunca sabrás que todos me miraron con lástima.

Nunca sabrás que abracé a George y a Ringo como nunca antes.

Nunca sabrás que en cuanto vi la caja rodeada de flores sentí que el muerto debería ser yo y no tú.

Nunca sabrás que Yoko, tu esposa, aceptó mi pedido acerca de que me dejara estar a solas contigo.

Nunca sabrás que mis pies sentían congelarse con cada paso que daba para acercarme a ti.

Nunca sabrás que en cuanto estuve frente al ataúd me faltó la respiración.

Nunca sabrás que al levantar la tapa para verte casi me voy para atrás.

Nunca sabrás que me lancé a llorar sobre tu ataúd sin parar.

Nunca sabrás del grito de impotencia que solté al no haberte podido proteger.

Nunca sabrás que no hubo otra persona a la que yo pudiera amar más que a ti.

Nunca sabrás que terminé seco de tanto llorar.

Nunca sabrás que en el entierro yo sólo me limité a mirar el pasto.

Nunca sabrás que a partir de ese día yo iba cada noche a dejarte flores y a llorar por tu partida.

Nunca sabrás la verdadera razón por la que dejamos de vernos.

Nunca sabrás que la banda se separó por culpa de mis celos.

Nunca sabrás lo mucho que me dolió al saber que te casarías con Yoko.

Nunca sabrás qué fingí estar molesto contigo todos estos años para no tener que verte con ella.

Nunca sabrás lo mucho que yo estaba enamorado de ti.

Nunca sabrás que en mis sueños aún te veo conmigo, como siempre debió ser.

Nunca sabrás que una parte de mi murió contigo.

Nunca sabrás que esta nota yace ahora sobre tu lápida.

Pero sobre todo...

Nunca sabrás lo mucho que yo te amé.

-Paul McCartney.

JohnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora