Capítulo único.

433 44 24
                                    


Un día dejé de vivir.

Desde que era un pequeño nunca quise algo para mí, nunca había sido egoísta con algo. Siempre compartía mis cosas y les daba a los demás lo que ellos no tenían. Pero todo cambió cuando lo conocí a él, un ángel disfrazado de demonio. Mi Hiro-san.

Me siento vacío.

Yo no creía en el amor a primera vista, simplemente porque no vi posible el poder enamorarse de alguien sin conocerlo. Pero yo lo sentí, me había enamorado.

Estaba llorando, su hermoso rostro cubierto de lágrimas; me enamoré de ese rostro pero yo quería verlo sonreír. Hacerlo sonreír.

No quiero seguir llorando

Lo logré, pude acercarme a él y tener la oportunidad de verlo diario. Nunca me había sentido tan feliz en mi vida. Ahí fue saliendo ese lado egoísta, de que fuera solo mío y de nadie más. Yo lo amaba.

No, aún lo amo.

Descubrí la causa de su tristeza y me propuse a reparar su corazón, el que ese hombre le quebró.

Así, el tiempo pasó volando durante 6 años hasta que me propuse a alcanzarlo. Tomé la dura decisión de irme a estudiar a Estados Unidos y poder estar a su nivel. Cuando regresé me di cuenta que hubo varios malentendidos y casi lo pierdo, pero no fue así.

La vida no es justa

Éramos tan felices, nuestra relación llevaba un ritmo que nosotros seguíamos a la perfección. El hablar, el abrazarnos, besarnos, platicar... hacer el amor. Nunca se convirtió en rutina y jamás nos aburrimos en ningún momento. Nuestra vida era perfecta.

¿Por qué?

¿Por qué? ¿Por qué la vida es así? La felicidad no duró para siempre.

Aún me recuerdo ese día, llegando de mi guardia nocturna del hospital. Lo hice temprano porque tenía tantas ganas de verlo, de abrazarlo y recordarle lo mucho que lo amo. ¿Por qué?

Estabas en el suelo, con un libro en la mano. Creí que te habías dormido. Que equivocado estaba.

Me acerqué a su rostro, cuando puse mi mano en su mejilla me di cuenta de lo frío que estaba. Tomé su pulso pero no lo sentí. Espantando lo tomé en mis brazos y corrí rumbo al hospital.

Nunca volviste a respirar

La sala de espera fue lo peor. Yo totalmente angustiado, preocupado y soltando pequeños sollozos. Temí lo peor pero nunca perdí las esperanzas de que estuviera sano y salvo. Fue cuando salió una doctora, amiga mía, para darme la noticia que terminaría con mi vida.

Muerto. Causa: Un paro cardiaco.

He intentado todo para animarme. Ese día mi luz se apagó. No le veo el sentido a las cosas, llegar a casa sin ser recibido por alguien a quien amo mucho y darle una de mis mejores sonrisas. No tiene sentido.

La vida no me trató muy bien desde mi infancia pero creí que por fin sería feliz para siempre, que por fin se recompensarían todas mis acciones, todo lo bueno que hice.

Pero la vida no es justa.

Hiro-san te extraño, extraño tus enojos, tu voz, tu rostro, tu presencia., Tu bella mirada, esos ojos de paisajes de otoño y brillantes atardeceres que me hacían sentir la persona más afortunada de todo el mundo.

Me tienes aquí otra vez, de rodillas sobre tu tumba, suplicando a la vida que te traiga de vuelta. Rogando por recuperar a mi razón de vida. ¿Por qué la vida es así?

Un día dejé de sonreír, y fue el día en que te perdí.


.-Fin-.


Me gusta darle esos toques de tristeza a esta pareja, aunque también puedo escribir situaciones "felices", pero este no fue el caso~

Espero que les haya gustado. Subiré aquí mis fanfics de Junjou egoísta, aunque generalmente sean cortos o simples one-shots. 

Gracias por leer.

J. E/Un día dejé de sonreír (One-shot)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant