Capítulo 1.

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Pensándolo bien, trabajar de sicaria no estaría nada mal, quiero decir, haría algo que me gusta y encima me pagarían muchísima pasta.

- ¿Has dicho eso de verdad, Lilith? - Escuché a mi psiquiatra preguntar.

Mierda, había pensado en voz alta, ni siquiera me acordaba de que aún seguía aquí, en la consulta 3.
Era la más grande con diferencia de todas en las que había estado, casi parecía el salón de mi piso, sólo que este estaba mucho mejor decorado que el mío, y además, tenia colgado un montón de diplomas y fotos de todos los lugares en los que Noah (mi psiquiatra) había estado viajando.
Cuándo se pusieron en contacto conmigo para darme cita, al escuchar el nombre del que sería mi próximo psiquiatra, pensé que se trataría de una chica y respiré aliviada, ya que no me llevaba muy bien con mis últimas psiquiatras que habían resultado ser hombres.
Pero cuándo entré la primera vez a la consulta, vi que no era así, que no sólo se trataba de un chico, sino que además era bastante atractivo y joven.
Cuándo me vio, se acercó a mi, me hizo un gesto para que me sentara y cerró la puerta el mismo, sin quererlo, me puse muy nerviosa y patosa a su vez, él solo me estaba preguntando y yo respondiendo cómo una niña pequeña a la que le habla el chico que le gusta.
Parecía que eso a el le excitaba de una manera extraña, le gustaba sentirse deseado, solicitado, le gustaba que le mirase con la cabeza baja y que sonriera escondiendo mi cara.
Lo supe la primera vez que nos acostamos juntos, en su escritorio, mientras me ponía contra ella y se desfogaba dentro de mí, mientras me decía todo lo que le ponía que hiciera.
En realidad eso no pasó nunca, ni siquiera había estado antes aquí, hoy era la primera vez que tenía una charla con el y ya me había imaginado todo eso.
Sólo había dicho la verdad en dos ocasiones.
La primera: Decía la verdad en cuanto que era muy guapo.
La segunda: Esta consulta era demasiado grande.

- ¿Lilith? - Me volvió a llamar.

Había estado 5 minutos callada, imaginando todas esas mentiras que había pensado antes, que ni siquiera me di cuenta de que seguía aquí.

- Quiero decir, imagina el canal de Venecia por un momento, precioso, ¿verdad?

- Sí, lo es, estuve ahí hace apenas unos meses, puedes verlo en esa foto de ahí - dijo señalando la que estaba justo a mi lado izquierdo.

- Pues cuándo imagino ese lugar, lleno de agua, no puedo evitar sustituir en mi mente el agua por la sangre y las góndolas por cadáveres - dije mirándole a los ojos.

- ¿No es eso muy gore? Quiero decir, ¿por qué no puedes limitarte a ver ese lugar tal y cómo es? ¿Por qué sangre? ¿Por qué cadaveres?

- No lo sé, pero estoy segura de que algún día será así, y ¿sabes qué, Noah? Que me darás la razón, y entonces dejarás de darme charlas a mí y se las darás al que hizo toda aquella masacre - me acomodé mejor en el respaldo de la silla y sonreí.

- ¿Te das cuenta de lo que me estás diciendo?

- Totalmente, y no sólo hablo de los canales de Venecia, puedo imaginar la torre Pisa echa de cuerpos, o la torre Pelli incluso.

- Hablemos de ti, algo más, ¿tienes pareja?

- ¿Acaso intenta ligar conmigo? - le guiñé un ojo.

- Limítese a responder, por favor.

- No, no tengo, ni novia, ni novio, ni siquiera perro o gato.

- ¿Cuándo fue la última vez que tuviste pareja? Y ¿por qué se acabó?

- La primera vez que me escapé del hospital San Tímpano* , me tomó por una loca, pensó que estaba en peligro y que le mataría, entonces me hizo llegar una carta en la que me decía lo típico, "Lo siento pero esto se tiene que acabar" bla bla bla.

- ¿Por qué pensó que estaría en peligro?

- Me puso los cuernos durante 6 meses, todos me tomaron por una loca celosa posesiva y mira, tenía razón, pero claro, yo era la loca.

- Creo que tenemos mucho de lo que hablar, ya es tarde y supongo que querrá comer.

Cogí mi móvil y miré la hora, las 15:45.
Pues sí, tenía hambre y me moría por llegar a mi piso y acariciar a mi querido perro y besar a mi novio.
Sí, le había mentido a mi psiquiatra y tarde o temprano se que acabará descubriendo mis mentiras, pero, ¿acaso hay algo más emocionante que mentir y que se crean tu mentira?

* Hospital San Tímpano* No sé si existirá pero lo he puesto por poner.

DAGAS ENSANGRENTADASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora