Como Yo Nadie Te Ha Amado |Vondy|

Capítulo 7

En ese instante el sonido del telefono de la pension retumbó en todos los rincones, segun el Señor Pascual cualquiera que estuviera cerca contestaría, efectivamente alguien contesto y unos pocos segundos después un grito ensordecedor y al parecer más fuerte que el sonido del timbre retumbo en los oidos de los inquilinos...
 
¡DULCEEEEEEEEEEEEE, AL TELEFONO!!!!!
Dulce bajó corriendo las escaleras y llegó por fin al pasillo donde estaba el telefono, una chica bajita de cabello negro y un poquito regordeta sostenía el telefono mientras examinaba sus uñas pintadas de color verde...
 
Dulce: ¿Dijo quién era?
----------: Dulce, Hola, hablas con Cristian
Dulce: Ahm Hola
Cristian: ¿Cómo amaneciste?
Dulce: Bien... sí bien
Cristian: que bueno, mira tengo un tiempo hoy en el día que talvez pueda servir para que charlemos otro poco, ¿Qué te parece a eso de las 3 de la tarde?
Dulce: Sí, está bien pero...
Cristian: No te preocupes, pagaré el tiempo, no hay problema.
Dulce: (se sonrojo) Ok, ¿En donde nos encontramos?
Cristian: en el parque central, ¿esta bien?
Dulce: bien, estaré allí puntual
Cristian: Oh, Adios Dulce
Dulce: adios (colgo y suspiró)
 
Se pasó la mano por el cabello, peinandolo un poco, algo bullia en su interior como si algo estuviese por pasar, como si ese algo estuviese muy cerca... demasiado cerca.
 
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El hermoso audi que estaba estacionado en la cuadra de enfrente de la pensión, seguía ahí quieto, no había forma de que se viera algo desde afuera ya que los cristales oscuros lo impedian completamente, y mientras los transeuntes se preguntaban que hacia alguien con aquel coche en ese barrio las personas que estaban adentro se preguntaban otras cosas...
 
------------: ¿Estás seguro que es aqui?
Christopher: Sí, aqui vive, la ha traído aqui varias veces
------------: ¿Hiciste seguir a Cristian?
Chris: Tuve que hacerlo, esta mañana cuando fuí a la oficina Osvaldo me estaba esperando con el informe
------------: ¿Le pediste al chofer de tu mamá que siguiera a Cristian?
Chris: si
------------: De veras que no entiendo Christopher, vamos nosotros también fuímos jovenes y una que otra vez buscamos compañia
Chris: Tu lo haz dicho Alfonso, una que otra vez, Cristian se la ha pasado con prostitutas desde que llego de España.
Alfonso: Bueno... punto a tu favor, eso ya es otro nivel
Chris: ¿Tu crees que se haya enamorado?
Alfonso: Puede ser posible
Chris: No, claro que no puede ser posible, mi hermano no se puede estar enredando con una vagabunda
Alfonso: ¿Y sabes quien es ella?
Chris: No lo sé, me decidí a que Osvaldo lo siguiera hace algunos días, pero no tengo que ser adivino para saber que debe ser la misma de todas las noches, además las fotos tomadas con el celular no sirven para un ca*rajo, solo veo la cara de mi hermano y una mujer de cabello castaño corto, esa es la única prueba
Alfonso: Bien entonces paremos a todas las protitutas de cabello castaño corto y obliguemolas a que no se acerquen al pequeño Cristian.
Chris: Odio tu sarcasmo.
Alfonso: Y yo odio que te estes estrezando por algo que sabes que no puedes cambiar
Chris: Te equivocas Alfonso y lo sabes muy bien, me propuse alejar a esa mujer de mi hermano y eso es lo que sucederá tarde o temprano y te aseguro que será Temprano.
 
El esculpido y guapo hombre le dio la orden al chofer que se pusiera en marcha mientras se acomodaba nuevamente los lentes oscuros sobre los ojos, tenía que tener un buen plan para empezar la guerra y obviamente ganarla, no iba a permitir que una simple callejera le destruyera la vida a su hermano y de paso acabara con el honor familiar.
 
Por su parte Alfonso negó con su cabeza, en los 20 años que conocía a Christopher sabía muy bien que era un hombre de armas tomar, malcriado, muy malcriado, estaba acostumbrado a hacer su voluntad por encima de cualquiera y lo peor es que el condenado lo lograba, y era por eso que era como era, y ya no er aun chiquillo de 25 años, ya er aun hombre maduro de 32 años, bien puestos a decir verdad, cada año le había dado su memorable don con las finanzas, aquel hombre podía manejar los números tan bien como manejaba a las mujeres, manipulaba y a ellas les encantaba, todas aquella damitas de sociedad se convertian en una manada de "groupies" cuando veían a Christopher.