ENTRE NOSOTROS

16 0 0
                                    

No sé qué pueda pasar entre nosotros cuando nos volvamos a encontrar...

Lo conocí hace demasiados años, cuando la inocencia de la niñez no te permite ver más allá de aspectos superficiales. Su cabello rojo llamo mi atención esa primera vez, a los 10 años aproximadamente, aunque ya sabía quién era, su fama en el colegio no lo dejaba pasar desapercibido.

Él era insoportable, el típico niño rico insolente y con ínfulas de grandeza, y yo era esa típica nerd que solo se ocupaba de estudiar y tenía déficit de amistades.

Los años pasaron demasiado rápido para notarlo, se sintió como un respiro apresurado. Un torbellino de años, hormonas y cambios que nos condujo a una hermosa amistad, basada en confianza y solidaridad. Él era esa persona a la que jamás quisiera ver herida o afectada bajo ninguna circunstancia, aún lo es.

Como todo en la vida, la escuela termina, la vida sigue y cada uno tomo su camino, caminos independientes y demasiado distantes para soportarlo. Fue esa bifurcación la que causo todo eso, esa separación fue la responsable de estos años de sufrimiento masoquista.

Fue un diciembre cuando, bajo la influencia del alcohol, confesamos nuestro amor bajo la luz de la luna, en una fiesta donde todos estaban demasiado intoxicados para recordar lo que había sucedido esa noche.

Lo ame, de una forma tan intensa que pensé que el corazón saldría de mi pecho. Esa noche nos volvimos una sola persona, una unión que los años y la distancia no han logrado borrar.

Fue el comienzo de una historia, de esas que no se ven todos los días. De esas que vemos en las películas, él era mi mejor amigo... es.

Los años fortalecieron la relación. Muchas personas nos decían que íbamos demasiado rápido, que tuviéramos cuidado, pero esas palabras se volvían ecos insonoros en nuestra pequeña burbuja. Él y yo sabíamos que todo iba a estar bien.

Y así fue, hasta aquella noche, 3 años después de que la luna presenció la mejor noche de nuestras vidas, también nos iluminó durante la peor. Ese día de diciembre la violencia decidió arrebatarle a una persona demasiado cercana. Esa noche una bala cambio su vida, la de su familia, la mía, y la de todos los involucrados.

El jamás volvió a ser la misma persona después de ese día, su núcleo cambio, se llenó de odio, rencor, tristeza, y cerró las puertas de su corazón. Incluso para mí. Los días pasaban y poco a poco observaba como extrañaba a su papá, como la luz de su mirada cambiaba y ahí estaba yo, sentada, tratando de ayudar, tratando de sanarlo, tratando de hacer algo. Pero ¿Qué podía hacer? Él no me quería cerca, yo le traía recuerdos de esa noche, los dos habíamos sido testigos, los dos estábamos ahí cuando todo sucedió.

No lo culpo, cómo podría hacerlo. Intentaba ponerme en su lugar, intentaba llegar a él de cualquier manera, pero mis intentos no valían de nada.

Finalmente, una tarde de abril, sucedió. "Necesito alejarme de ti" sentenció mientras una lagrima intentaba escapar de su ojo derecho. Esa frase sigue grabada en lo más profundo de mi alma, esa mirada esquiva y llorosa, ese olor, recuerdo incluso la ropa que tenía, una camisa que le regale en nuestro segundo aniversario, ya desteñida por el tiempo.

¿Estás seguro? Pregunte mientras intentaba contener el llanto.

Su silencio respondió mi pregunta, lo abracé una última vez y me retiré de la habitación.

Jamás había llorado tanto en mi vida. Mi mente recreaba de forma masoquista, una y otra vez la escena, la frase, esa frase.

Estaba molesta, sentía odio hacia la vida, hacia el destino. Lo odiaba a él, por no luchar, por cerrarse, por echarme de su vida de esa manera. Otra parte de mi lo entendía, o intentaba entenderlo. Su vida cambió, y decidió que yo ya no era parte de ella.

La vida continuó, esporádicamente preguntaba por él a mis amigos, a su hermana. No hubo encuentros causales, ni mensajes, el simplemente desapareció.

Me acostumbre a no verlo, a no hablar con él. Acepté que el ya no era parte de mi vida y que yo también debía borrar los traumas de aquella noche. La terapia ayudó, a entenderme y a entenderlo, a respetar su elección y tomar las decisiones necesarias para ayudarme a sobrevivir.

No recuerdo bien que sucedió durante esos meses sin él, sé que conocí nuevas personas y bese nuevos labios, pero no recuerdo detalles, estaba en piloto automático.

Casi un año después de haber terminado, lo vi, en una fiesta.

Es increíble como los sentimientos se guardan en lo más profundo de nuestro corazón, se almacenan para que podamos sobrevivir, pero en el instante en que perciben la presencia de quien los provoca, se escapan y hacen un desastre en tu interior.

Sentí como su mirada me siguió desde el momento que bajé del carro. Más allá del sonido de la música, podía escuchar su corazón acelerado, y se él sintió el mío cunado me abrazó.

Esa noche fue como si nos trasladáramos a lo que había sido, regresamos en el tiempo a esos momentos donde todo estaba bien, donde nos amábamos. Luego de hablar durante horas, bailar, reír y recordar, se acercó a mí con gentileza y me hizo una pregunta que cambió todo "me dejas besarte de nuevo", no hizo falta responder, él supo que hacer.

Mariposas, hormigas, pajaritos, el jardín entero revoloteo en mi estómago. Lo amaba, nunca había dejado de amarlo, y sé que el sentía lo mismo.

La fiesta termino y camino a mi casa, le conté sobre mis planes de irme a estudiar fuera del país. Me quedaban solo 60 días y sinceramente, no tenía intenciones de regresar hasta terminar la universidad.

Sé que esa noche rompí su corazón. Era demasiado tarde para esa historia. Pasamos los dos meses restantes fingiendo que mi pasaje no existía, vivimos un amor utópico, lleno de momentos que siguen dando vueltas en mi cabeza cada noche antes de dormir.

Semanas antes de irme, en una fiesta, me llevó a un lugar donde pudiéramos estar solos y hablamos, por horas, sobre el futuro, el destino, la felicidad, las relaciones, sobre nuestros deseos para/con el otro. Dijimos tantas cosas hermosas. No hubo promesas, esa noche nos liberamos y dejamos nuestro amor en manos del destino.

Él es el amor de mi vida, los años han pasado y ya no hablamos como antes, él está saliendo con alguien y yo también. Somos muy buenos amigos. Pero ya casi termina la universidad, solo faltan 6 meses. Mi nueva pareja y yo hemos conversado sobre el futuro, familia, hijos y lo amo, de verdad lo amo y me imagino una vida feliz a su lado... pero él... no sé qué pueda pasar entre nosotros cuando nos volvamos a encontrar...

 no sé qué pueda pasar entre nosotros cuando nos volvamos a encontrar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

GRACIAS...

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Sep 09, 2016 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

ENTRE NOSOTROSWhere stories live. Discover now