Simplemente Un Gato.

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–Ya me voy Shiro. - Kuro salió de la habitación cerrando la puerta detrás de él.

Me presento: Mi nombre es Shiro, cuyo significado es blanco. Kuro lo eligió ya que mi pelaje es de ese color... y por lo que seguramente estén pesando, sí, soy un animal... Más específicamente un gato.

Llevo un año y dos meses viviendo en la casa de Kuro, él es mi humano. Quien me alimente, me peina, juega conmigo, me baña, bueno cuida de mí en general.

Kuro es alguien muy guapo, tiene cabello muy negro, sus ojos son de un turquesa muy bonito, su piel es blanca y suave... me encanta acariciarla contra mi cuerpo. De vez en cuando duermo junto a él, mientras me acaricia y yo ronroneó encima de su pecho.

Aunque no siempre todo es de color rosa. Kuro siempre debe ir a trabajar, él es profesor de lengua. Por lo tanto, todos los días en la mañana se despide de mí y va a dar clases a sus alumnos... La verdad siento celos de ellos, pueden verlo durante ocho largas horas, en cambio yo solo le puedo acompañar una en sus tiempos libres. Porque después de un arduo día de trabajo se encierra en su oficina, muy bien Kuro.

* * *

El sonido del pomo de la puerta moverse me sobresalto, despertándome de golpe. Tranquilamente me acerque a ella, esta se abrió dejando ver a mi amo con su chaqueta y maleta en su mano derecha.

–Hola Shiro, me extrañaste. - Colgó su chaqueta en el perchero y su maleta la dejo encima del mueble bajo un gran espejo.

– ¡Me alegras que volvieras Kuro! - Me acerque a su rodilla y la acaricie con mi cuerpo.

–Eres muy tierno cuando maúllas. - Se agacho un poco y acaricio mi espalda. Me encanta cuando hace eso, sus manos son tan suaves. - ¿Tienes hambre Shiro?

–Ahora que lo dices, bastante. - Una dulce sonrisa se formó en sus labios. Se volvió a poner derecho y comenzó a caminar en dirección a la cocina.

Bajo su corbata, desabrocho los dos primeros botones y se arremango sus mangas listo para comenzar a cocinar una deliciosa cena.

–Entonces... - Abrió la nevera mirando su interior. En ella no había gran cosa, en un departamento con solo una persona y un animal, no se necesita tanta comida. - Voy a cocinarme un poco de spaguetti. - De un salto ágil me subí a la encimera. - Y a ti pequeño. - Pasó su mano por mi cabeza y comenzó a acariciarla. - Buscare una receta muy buena que no te haga daño.

– ¡Yupi! Comida. - Se acercó a mí y planto un beso en mi cabeza.

Por consiguiente comenzó a sacar variedad de ingredientes al igual que utensilios. En una olla hervía el agua con los fideos en su interior y en otra se cocinaba la salsa. Del congelador saco atún cubierto por encima con plástico. Lo corto en pequeños pedazos, preparo una olla con agua que dejo hervir, vertió el pescado en ella y le dejo cocinar.

Aburrido de verle preparar todo, me fui a la sala de estar. En ella me estire en el sofá frente al televisor. Estaban dando un programa un tanto peculiar, en él había dos hombres, uno de ellos encima del otro movía su boca tratando de decir algo, y el que se encontraba debajo de él estaba sonrojado y de igual manera movía sus labios.

Como me gustaría saber cómo se activa el volumen del televisor con el mando.

De un momento a otro los personajes comenzaron a besarse. Sorprendido me senté para prestar más atención. El pelinegro bajo su mano hasta el pantalón del de cabello castaño claro, quien mostro una mueca de dolor y se sonrojo aún más.

En eso Kuro entro en la habitación.

– ¿Qué estás viendo eh travieso? - Dejo los platos en la mesa de centro y se sentó a mí lado, cogió el mando del televisor y subió volumen. Se escucharon gemidos por parte del castaño y suspiros por el pelinegro.

Simplemente Un Gato. ~ One Shot YaoiWhere stories live. Discover now