Suponte que vives en un mundo de perfección, sin problemas, sin preocupación, hasta que te des cuenta de que lo único que piensas, es en tu propia extinción...
Suponte que naciste perfecto, sin ningún defecto. Suponte que eres totalmente libre, y puedes expresar todo lo que sientes sin ningún miedo a que rechacen tus principios. Suponte que no vas a tener problemas económicos. Suponte que ya lo sabes todo y no hace falta que te equivoques. Suponte que la sociedad te acepte, sea cual sea tu ideología. Suponte que vas a estar a gusto de todos, y seas como seas todo el mundo sin excepción alguna, respetara tu actitud y decisiones. Suponte que poses la fama total, todo el mundo te quiere. Suponte que nunca vas a tener que reflexionar las cosas, todo se hace solo por ti. Suponte que la muerte es una mentira, nunca ningún familiar ni amigo te dejara. Suponte que la maldad en nuestra sociedad no existe, todo el mundo hace todo acto con fines caritativos. Suponte que la soledad, la amargura, la tristeza, la pobreza y la miseria en el mundo es falsa, nadie sufre, y menos, tú. Suponte que todo es perfecto, hasta que madures, y te des cuenta que el mundo es una realidad totalmente distinta a la que te supusiste. Ahora, no supongas y despierta, bienvenido a tu falsa ilusión de la sociedad, tu suposición, como la de todo niño, es errónea...
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