Capitulo 2 (parte 1): Deagri.

6 1 0
                                    

Makami abrió lentamente la puerta de su choza y fue al río a lavarse las manos, llevándose también la ballesta anteriormente usada para limpiarla. A ella le gustaba mucho lavarse las manos cuando estaban llenas de sangre porque impregnaba el agua y algunas veces se tornaba de un tono rosado precioso.
Apoyó sus rodillas en el suelo y metió las manos en el agua. De pronto en su reflejo vio a una chica detrás de ella, una chica un tanto peculiar que llamó mucho su atención e hizo que se sobresaltase. Cuando se dio la vuelta para verla casi se cae al agua sin querer del susto que se dio, pero la chica logró cogerla antes de que se cayese.
-¿Estas bien?- Preguntó ella.
Makami se ruborizó al ver el rostro de aquella muchacha.
Era un híbrido entre humana y unicornio, tenia el cabello blanco como la nieve y en medio de la frente un cuerno que hacia una preciosa espiral hasta llegar a la punta. <imagen en multimedia.>
También llevaba un vestido de un color rosado pálido y tenía patas de caballo, cómo los sátiros pero sin tanto pelo.
Tenía la piel muy blanca, pero las mejillas de un dulce tono crema, orejas de elfo y los ojos azul cielo.
Makami la miró y con un poco de dificultad le dijo:
-em... Y-ya puedes soltarme.
La chica la miró un poco extrañada, quizás le había resultado incómodo que la sujetara.
-a-ay... Lo siento- dijo ella.
-No pasa nada- respondió Makami.
La chica se quedó pensativa unos segundos y añadió.
-Me llamo Deagri, pero tu puedes llamare Dear.
-oh, vale. Pero antes... ¿Que hacías detrás mía?- le dijo Makami.
-Nada. Solo observaba el agua.
-¿Cuanto tiempo has estado ahí?
-El suficiente para haber logrado incomodarte- se rió.
Su risa era muy dulce, como un cántico celestial y a Makami le había empezado a gustar.
-Por cierto, ¿Que haces con una ballesta al lado? ¿Has estado cazando?
Makami la cogió rápidamente y se la guardó detrás.
-Em...- Ella sabía que nadie debia saber que había matado a alguien.
-¿Eres cazadora?- le preguntó.
-(Esta chica hace muchas preguntas)-pensó. -Em... N-no... No lo soy. Esta ballesta es de mi padre.
-¿K-Khiste?- dijo Dear asustada.
-Si, claro. ¿Ocurre algo?
-Se podría decir que Khiste no se lleva muy bien con nuestra raza... Nos considera un poco unos monstruos.
-¿Por que?- Preguntó preocupada Makami.
-Verás...
Hace mucho tiempo, cuando el poblado de Akkambi cayó y Khiste empezó a vagar por estas tierras para encontrar un sitio donde quedarse, se asentó un tiempo en un poblado liderado por mi abuelo, Rashi III. Allí nosotros le dimos todo tipo de comodidades, desde comida, un lugar donde dormir hasta a alguna de nuestras doncellas para que le hiciesen compañía. Cuando consiguió un transporte para poder seguir su camino...- quedó unos segundos en silencio- Quemó todo el poblado y a toda su gente. Sin excepciones. Mi abuelo, mis tíos y mi madre murieron en aquel incendio.
-¿y tú? ¿donde estabas cuando ocurrió aquella trajedia?
-En las montañas, en un monasterio con mi padre. Fue horrible cuando llegamos y vimos... Aquello.
-¿Seguro que fue mi padre quien hizo aquello?
-Si.
-¿Cómo puedes corroborarlo?-Makami se negaba a pensar que su padre había echo aquello.
-No lo se, simplemente confio en la palabra de mi padre. El dice que lo vio montado en un caballo huyendo del poblado mientras reía.
Pero...

La Guerrera De Sangre.Where stories live. Discover now