Capítulo único.

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Editado: 08/02/2017

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Estaba cansado de las prácticas; estaba cansado de dormir cuatro horas y tomar vitaminas porque apenas podía comer bien. Estaba cansado de que mánager hyung agregara más horarios dando vueltas de aquí para allá; estaba cansado de que su coreógrafo hiciera los bailes cada vez más difíciles. Y más cansado estaba de ver a Kyungil e Yijeong ser felices cuando él no podía. ¿Tanto era pedir tener el amor de Sihyoung? ¿Por qué sus dos amigos pudieron conseguir el amor y él debía conformarse con hacerle una mamada a su hermano de banda de vez en vez cuando necesitaba liberarse? ¿Tanto lo odiaba la vida? Porque tocarlo pero saber al mismo tiempo que ese cuerpo no es tuyo duele tanto, y Sihyoung no parecía darse cuenta de que Jaeho estaba muerto a sus pies, casi como un esclavo, cumpliendo cualquier cosa que pedía, viviendo a cuestas de Sihyoung, velando su felicidad aunque no fuera con él.

Y Jaeho estaba tan cansado que un día pensó en tirarse de un edificio. Y casi lo hizo si no fuera por su líder. Vio la aterrorizada mirada de Kyungil y los sollozos de Yijeong cuando estaba inclinándose hacia adelante. Unos fuertes brazos lo tiraron para atrás y una bofetada llegó a una de sus mejillas, cortesía de Kyungil.

—¿¡Qué mierda crees que estás haciendo, Kim Jaeho!? —Kyungil lo mantenía agarrado por los hombros, sacudiéndolo violentamente, de fondo escuchando los hipidos y sorbidos de mocos de Yijeong. Jaeho odiaba hacer llorar al maknae, aunque no fue su intención hacerlo, simplemente el cuerpo de Jae se movió sólo.

—¡¡NO LO SÉ!! —su propio grito se escuchó por todo el edificio, y poco tiempo después llegaron los dos chicos restantes.

—¿Chicos qué están haciendo aquí? —Dokyun miró extrañado la situación hasta que vio al más pequeño de todos. Luego a Kyungil gritando a Jaeho tan cerca del límite del edificio. Jae con los ojos perdidos, como si no tuviera vida y una mejilla roja.— Oh, nononono. Jaeho dime que no intentaste tirarte. —este lo miró con la culpa reflejada en sus ojos.— ¡¡Jaeho!!

—Lo siento, lo siento, lo siento... —grandes lágrimas empezaron a caer por los ojos del segundo maknae. Sintió unos largos brazos rodearlo y lloró más fuerte al saber que era Sihyoung. Se sintió arrastrado, él sólo se dejó hacer.

—Ey, ¿adónde lo llevas? ¡Sihyoung-ah! —Dokyun iba a ir a detener al pelinegro, pero el brazo de Yijeong, el cual aún conservaba lágrimas en sus ojos, negó con la cabeza. Kyun abrazó fuertemente al maknae; para consolarlo y consolarse al mismo tiempo.


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Sihyoung estaba cansado de que en las entrevistas siempre estuviera más alejado del resto; estaba cansado de no poder ser tan hablador como los dos maknaes, estaba cansado de no ser "carismático"; estaba cansado del rostro de Jaeho, el que no expresaba vida. Estaba cansado de no tener las agallas de ir adonde Jaeho se encontraba y abrazarlo y besarlo hasta el cansancio, consolarlo, amarlo. Estaba cansado de ser él.

Entonces, aquel día, cuando estaban en la mesada de la cocina esperando con Dokyun al resto de la banda para almorzar, y escucharon un golpe bastante fuerte y un "no lo sé" gritado, el corazón de Sihyoung se encogió. Recordó una vez, cuando estaban Jae y él en la azotea, respirando aire después de estar seis horas en la sala de ensayo, que le dijo quiero tirarme, y automáticamente se fue. En ese tiempo no hizo nada porque creyó que estaba bromeando, además de que cuando lo siguió, éste estaba riendo con Dokyun e Yijeong, hasta que llegó Kyungil para incitarlos a volver a practicar.

Verlo llorando desgarradoramente sólo logró que su cuerpo de moviera sólo a abrazar a Jaeho. Luego arrastrarlo fuera de ahí, cortesía de un impulso de protegerlo.

Cuando tuvieron que bajar las escaleras y vio que las piernas de Jaeho fallaban, como el resto de su cuerpo, lo cargó entre sus brazos, sintiendo las lágrimas del más chico en su propio cuello. Le besó la cabeza muchas veces hasta que sintió que se calmó un poco. Lo llevó hasta a su habitación y lo sentó en su propia cama. Lo besó.

Fue sólo un roce, pero se sintió hermoso y perfecto. Los labios de Jaeho eran perfectos. Jaeho era perfecto, por más imperfecto que fuera.

—Jae, eres mi vida. Si mueres, yo muero. —le susurró, mirándolo a los ojos, los suyos cargados de sentimientos tan complicados pero tan obvios al mismo tiempo.

Jaeho lloró otra vez, pero con una pequeña sonrisa en sus labios, con los cuales besó a Sihyoung otra vez. Y otra vez, y otra vez; tantas veces como fuera posible, en todo el rostro, en el cuello, en el cuero cabelludo. Jae besó todo de Sihyoung y se fundieron en un beso más profundo.

Estaban cansados de sus vidas, pero si estaban juntos no importaba.








Es más corto que mi corazón, pero subí mi Siho querido♥

Es mi OTP junto con el Kyungjeong, sorry not sorry ;3

Ojalá hayan disfrutado de su lectura~

Nos leemos :3

tired ◇ siho (history)Where stories live. Discover now