One-Shot

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Siempre traía dinero encima, pero jamás lo habían visto trabajar. Era un misterio cómo Karamatsu obtenía dinero de la nada para gastar en su extravagante y dolorosa ropa, o para jugar de vez en vez en el pachinko —a pesar de que rara vez ganaba, y por ende sólo desperdiciaba dinero—. De los seis hermanos, era el único que no sólo no dependía de sus padres para nada, sino que a la vez era el único que era la fuente confiable de dinero de Osomatsu para su insana adicción en el pachinko.

Pero lo que más se le hacía extraño a Choromatsu, era el por qué Karamatsu se empeñaba en recibir él y sólo él, el correo de la casa. Cada vez que llegaba el cartero, él se apresuraba a recoger el correo, y siempre había una carta que se quedaba.

— ¿Qué no se les hace raro? Karamatsu últimamente ha estado saliendo demasiado, además de quedarse siempre con una carta para él, y no dice nada a nadie.

—No es que nadie de esta casa no haga cosas en privado —dijo Todomatsu, como siempre, con celular en la mano, sin darle importancia a lo que Kara hiciera.

— ¿O no, Choropajerovski? —dijo Osomatsu con tono burlón—. Tú eres quien más cosas "en privado" hace, ¿no deberías dejar que Karamatsu también hiciera lo suyo tranquilo?

— ¡Ya te dije que no me llames así? —Choromatsu respondió molesto mientras el mayor de los sextillizos le hacía burla, la cual los demás seguían.

Choromatsu tal vez debió dejar las cosas como estaban, y no preocuparse tanto por Karamatsu y sus secretos, pues, a fin de cuentas, si mantenía en secreto las cosas, era por alguna razón en específico. Era, a fin de cuentas, temprano en la mañana, y cada quien había salido a hacer sus asuntos. Mientras que Jyushimatsu e Ichimatsu habían ido a practicar baseball, Osomatsu y Todomatsu estaban en el centro de paseo. Y Karamatsu... estaba donde sea que desperdiciara su tiempo. Estaba completamente solo en la casa, pues sus padres tampoco se encontraban. Y eso significaba una cosa.

Claro que antes de colocar su letrero especial, el cartero pasó a dejar el correo. Era la primera vez que Karamatsu no iba a poder recoger la correspondencia. Eso le llamó la atención a Choromatsu, y como si se tratara de develar un secreto, tomó las cartas, buscando esa carta en especial que su hermano mayor siempre tomaba sin falta cada mes.

Fue pasando cada carta, una por una. Cupones de descuento, spam y más spam, hasta que encontró algo peculiar. Un sobre membretado, a nombre de "Sandy Xanco Entertainment". Era un nombre extraño para una empresa. Pensó en abrirla, pero no se atrevía, puesto que eso involucraba abrir el sobre. A menos que derritiera el pegamento de la pestaña del sobre para abrirlo. Eso era una buena idea. Tras preparar una tetera con agua, con el vapor derritió el pegamento y pudo abrir la carta.

Le fue sorprendente encontrar en el sobre un estado de cuenta, depositado a un número bancario. ¿Desde cuándo Karamatsu contaba con tarjeta de crédito? No lo podía comprender. Además, ¿tenía un trabajo? ¿De qué? ¿Bajo qué concepto recibía pagos? La carta no decía absolutamente nada, sólo aparecía como "Pago bajo el concepto de ser de int". ¿Qué demonios significaba eso?

A menos que, fuera a eso para lo que salía a diario. Se quedó con esa duda, sobre qué demonios hacía Karamatsu que le estaban pagando por ello. Los días posteriores no pudo dejar de pensar en eso, hasta que un día, con su letrero especial afuera y sus pantalones ya abajo, Choromatsu se disponía a hacer su usual ritual semanal. Como Totty había dicho, todos en la casa tenían cosas privadas que nadie más debía saber. Y el secreto de Choromatsu, era que encontraba cierta excitación sexual en los cuerpos masculinos. No es que fuera gay ni nada, pero a veces se le hacía atrayente el ver a jóvenes anónimos de internet masturbarse en frente de la cámara. Había algo en verlos que lo excitaba.

[Yaoi] Dirty Little SecretWhere stories live. Discover now