Before War. [Avengers: Infinity War]

Prólogo

  ― Padre, ¿Lo harás tú?

 El titan loco giró a ver a su hija y sonrió.

  ―  Debes aprender Nebula, que las cosas no siempre resultan como se esperan cuando pones a otra persona al mando. Es mejor cuando lo hace uno mismo.

  ― Puedo ayudarte, padre.

Su padre rió y negó con la cabeza lentamente.

  ―No. Es algo que debo hacer yo, y si no recuerdas, tu hermana te ganó la última vez. No importa cuanto te estime, este es mi objetivo y ya me cansé de esperar a que mis partidarios fracasen.

 Caminó hasta la bóveda y se colocó el Guantelete del Infinito que no poseía ninguna de las séis gemas del infinito.

  ― Haremos una pequeña excursión a Helheim, prepárate, el viaje no es agradable.

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 La joven castaña admiraba el majestuoso trono de Odín en el palacio de Asgard, sin ninguna pisca de anhelo por el. Suspiró.

 No era Asgardiana, tampoco Midgardiana y mucho menos provenientes de los otro nueve mundos o cualquier lugar conocido. Había nacido gracias al Big Bang, como le conocían los Midgardianos, ocurrido hacía millones de años y habían dormido mientras todo se formaba, despertándose varias veces con formas distintas luchando contra varias entidades y enamorando a Mistress Death en más de una ocasión, por la nula atención que le prestaba.

    ― Puedes ser Reina de Asgard, en cualquier momento. ―la voz del Rey Thor Odínson resonó por toda la sala. ―Solo hazme el honor de casarme contigo. Algún día deberé casarme y si puedo elegir será contigo... o Sif.

 No pude evitar sonreír.

 Odín Borson me había hecho la misma proposición antes de siquiera conocer a Jord, y su padre Bor Burison, antes de conocer a Bestla.

     «Eres un destructor, hijo de Odín» Aquello se lo había dicho Heimdall a Thor en una de sus visiones, en donde se encontraban en el Valhalla, hacía dos años y él había muerto en el Ragnarok, así que un Vigilante había tomado su lugar desde que el fin había dado inicio.

 Evolution había logrado salvar la existencia de la mayoría de los Asgardianos y expulsar a los Demonios de Fuego y Gigantes de Hielo, pero Loki y Odín se habían perdido en una súper-nova a consecuencia de una onda de poder emitida por el Teseracto al ser destruido para obtener la gema del Espacio.

 En el guantelete del infinito derecho que llevaba puesto, solo se podía admirar una gema: Espacio. La había conseguido con el único fin de terminar con el Ragnarok o aplazarlo en otro universo, que era lo que había hecho.

 Necesitaba las demás gemas de inmediato, si querían lograr hacerle frente a Thanos, pero algo le decía que no era la única que tenía un guantelete y que poseía una gema del Inifinito, y estaba muy segura que Thanos también lo sabía por la conexión entre ambos guanteletes.

  Sin la gema del Alma, no podría encontrar a Loki ella sola, por lo cual necesitaría ayuda. Necesitaban encontrar a Odín para que custodiara y reinara una vez más Asgard, pero solo el hijo de Laufey conocía la ubicación y este también estaba perdido. Miró al Rey de Asgard y sonrió un poco.

    ― Hay que visitar a Stephen Strange, él sabrá que hacer.