El comienzo de todo

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Ingresando a la tranquila pista de hielo, Yuri Katsuki buscó con la mirada a Viktor Nikiforov quien supuestamente estaría ahí pero que no visualizaba. Consultando su reloj, supuso que había llegado poco antes de la hora acordada por lo que procedió a cambiarse para poder entrar a la pista.

°°°Flash Back°°°

-¡Feliz cumpleaños!- gritaron todos al unísono mientras Víktor Nikiforov contemplaba embelesadamente las incandescentes velas que tintineabas sobre el sencillo pero cálido pastel que Yuuri y los amigos más cercanos habían comprado en honor al festejado

-Ahora debes pedir un deseo y apagar la vela- dijo Chris al tiempo que guiñaba pícaramente un ojo

Apoyando la barbilla contra sus nudillos, el aludido se dio su tiempo para meditar. Tras unos segundos, sus labios se curvearon hasta formular una enigmática sonrisa que causó un extraño sobresalto en el corazón de Yuri Katsuki: seguido de esto, apagó las luces de un firme hálito.

-Parece ser que Viktor ha pedido algo interesante- farfulló Chris, observándole con su típica sonrisa

-Debo mantenerlo en secreto o no se cumplirá- comentó el rubio, devolviéndole la pícara sonrisa para luego mirar de soslayo a Yuri quien se preguntaba ansiosamente qué era lo que había pedido su entrenador

°°°Fin del Flash Back°°°

Una vez que el moreno se colocó adecuadamente su equipo, procedió a iniciar su calentamiento mientras la duda le carcomía cada vez más, especialmente por lo sucedido luego de que el festejo culminara y ambos se encontraran en la habitación que compartían.

°°°Flash Back°°°

-¿Sabes, Yuri? He estado pensando sobre mi regreso a la competencia- comentó Viktor mientras frotaba amorosamente la toalla contra el húmedo cabello del aludido

-¿Es algo malo?- preguntó con cierta consternación al tiempo que inclinaba la cabeza hacia atrás para poder mirarle a los ojos

-Para nada- le tranquilizó- Tan sólo trataba de imaginar el cómo anunciaré al mundo mi regreso...

-No debería ser algo complicado de hacer, ¿o sí?- observó, volviendo a agachar la cabeza para que el rubio pudiera continuar con su labor de secado

Guardando silencio ante el comentario, el mayor se dedicó a contemplar los sedosos mechones de cabello que resbalaban con facilidad de la tela de algodón. Sin poder resistirlo, hundió sus dedos entre éstos y se dedicó a peinarlos con un gesto tan amoroso que obligó a Yuri a petrificarse y unirse a su silencio. Eran una sensación tan agradable para ambos que ninguno se atrevía a romper aquella atmósfera. Repentinamente el tic tac del reloj se volvió confuso para ambos puesto que no supieron diferenciarlo del martilleo de sus corazones, ¿era ese el sonido de los segundos que iban transcurriendo, o pertenecía a una silenciosa conexión de palpitaciones? No sabían y realmente no les interesaba hallar una respuesta a esa incógnita, tan sólo anhelaban disfrutar de aquella experiencia que empezaba a encender a sus corazones.

-Es hora de dormir, mañana tenemos muchas cosas por hacer- habló repentinamente el rubio, deslizando sus dedos fuera de las oscuras hebras

Sin decir o hacer otra cosa, Viktor apagó las dulces y se recostó en su cama.

A la mañana siguiente, Yuri encontró sobre la cama del mayor una nota que pedía: Te veré en la pista a las 9:00 en punto.

°°°Fin del Flash Back°°°

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