¿Y si...?

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One-Shot.

Los archivos se acumulan en la mesa y el ruido de los monitores parpadeando sin cesar, consigue relajarme de una manera asombrosa. ¿Será la costumbre?.

Un bostezo, dos, tres... mi equipo de investigación está agotado. Agotado porque Kira avanza a pasos agigantados a través del mundo, rodeándose de víctimas que mueren a su entera merced. ¿Como lo hace? ¿Como consigue no dejar apenas rastro? Realmente, me estoy volviendo loco y no quiero admitirlo. Me niego a pensar que rendirse es una opción. No cuando estoy seguro a un 95% de que tenemos al asesino entre nuestras filas.

Mis ojos se mueven, discretos para observar de reojo como el reflejo delas pantallas cae sobre sus cabellos castaños. Horriblemente perfectos, horriblemente cruel en si mismo. Light Yagami, la perfección hecha persona, quien finge tener una máscara de niño bien y seguro día tras día. Pero a mi no me engañas Light, por algo soy el mejor detective del mundo.

Muevo la mano, tirando de la cadena que une nuestras esposas metálicas e impide que podamos movernos con total libertad. Una medida de seguridad que empieza a joderme de una manera importante. Me acomodo mejor sobre la silla llamando la atención de Light, que de repente,creo que se ha dado cuenta de que son las tres de la madrugada.

-Ryuzaki, no encuentro nada nuevo. - su voz seria y cansada me hace observarle en silencio. Viendo como se rasca el cabello y bosteza sonoramente. Parece un niño pequeño.

-Está bien, Yagami. Duerme si quieres.

Él levanta la mano, sonriendo irónicamente y hace chocar la cadena contra la mesa, moviendo los dedos.

-¿Como? Estamos atados, por si no lo recuerdas Ryuzaki. - siempre que pronuncia mi falso nombre lo hace con un siseo venenoso, como si la rabia contenida escapase junto a las sílabas que lo componen.

Me mordisqueo el pulgar, sin dejar de mirarlo. La superficie de la mesa se me antoja fría y dura.

-Duerme aquí. Puedes apoyar la cabeza en la mesa, ¿No? No voy a soltarte, Yagami.

-No voy a dormir aquí. - se aparta el pelo de la frente, con una actitud de presumido que me saca de mis casillas. Fingir que es perfecto se le da jodidamente bien.

Le ignoro, mirando de nuevo los monitores y después el carrito dulce que Watari dejó hace dos horas justo a mi lado. La tarta de fresa y nata siempre es un manjar bienvenido.

-¿Quieres?.- elevo la cucharilla a la altura de sus ojos, sonriendo de medio lado cuando veo como frunce el ceño y hace una mueca desagradable.

-Sabes que no soporto el azúcar. Aparta eso de mi vista.

-Lo sé. Es divertido ver como te enojas, Light. Hace que mis sospechas sobre tu identidad como Kira sean mas firmes.

 Está molesto, sobretodo porque entre abre la boca y una mueca furiosa le atraviesa la cara.

-¡Eso no tiene sentido! ¡Deja de culparme! Yo no soy Kira. Además, ¿Que clase de teoría es esa?

-Kira es un asesino, una persona cruel y despiadada que juega a ser el Dios de un mundo que se ha creado en su cabeza. Seguro que no soporta el azúcar, una persona de ese calibre no merece tal manjar. - chupo la fresa, despacio, saboreando su textura y sonriendo al escuchar su gruñido.

Ambos nos damos la vuelta en la silla debido al ruido que Matsuda ha hecho al despertarse. Que oportuno es siempre.

-Ryuzaki, me quedé dormido. - se frota los ojos, golpeando a los demás miembros del equipo hasta que se van despertando poco a poco.

¿Y si...?Where stories live. Discover now