Única Parte

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👬❤



Naturalmente me encontraba excitado e inquieto parado frente al primer escalón de la pequeña escalera que daba al escenario recién adornado con telas delgadas, transparentes de color blanco, toques brillantes, pero siendo discretos y suficientes a la misma vez. Mantenía los puños cerrados contra mi pecho, cerraba los ojos y pedía por que todo saliera bien, por cada uno de mis compañeros consiguieran hacer una voltereta sin hacerse daño, que pudiéramos dar un espectáculo que ellos disfrutaran y nosotros amáramos cada vez que nos detuviéramos a hablar sobre la primera vez que bailamos en un gran escenario como lo era ese. Rogué por que mi familia llegara a tiempo y no se perdiera nada del precioso espectáculo que cada uno había armado con tanto entusiasmo y apasionamiento, deseaba verlos felices prorrumpiendo el lugar sin privaciones. Oh, que también estuvieran a tiempo mis amigos, mi pequeña segunda familia, que estuvieran sentados en primeras filas apoyándome sin palabras audibles, pero con miradas y sonrisas profundas dándome como mejor les va su más sincero amor.

Pero sobre todo, que no llegara tarde él, que estuviera sentando frente al piano que le correspondía tocar mi melodía en el momento que quedaba solo y era el centro de atención, la estrella azul. Que él estuviera recitando las palabras que siempre me dice cada vez que prende la música y me mira desde un rincón esperanzado a que le tomara la palabra e hiciera lo que me pedía con tanto cariño: por favor, oh de verdad, que Min Yoongi llegase temprano.

Nuestra maestra subió al escenario a paso apresurado haciendo señas a los chicos y ayudantes del otro lado del escenario, se giró dándonos la indicación de que era tiempo de tomar nuestros lugares. Di un suspiró como nunca hubiera recibido aire mis pulmones, como si fuera la única bocanada de aire que quedaba en todo el mundo, así mismo llené mis pulmones y trataba de calmar mi inquietud.

Con los pies descalzos subí por completo el escenario, me fije en mi atuendo buscando cualquier detalle que le hiciera ver mal, pero todo estaba en orden. Mi camisa azul marino de seda, con un brillante mesurado, suave al tacto; la alisé con delicadeza aunque no tuviere ninguna arruga y en su lugar estuviera impecable, tan igual como cuando la descolgué del closet. Mi pantalón del mismo color, cómodo en las partes más importantes de flexión para mis musculosas piernas y sin embargo, entallado provocando sensualidad, un aura coqueta y luminosa. Lucía fenomenal.

Podía escuchar los murmullos de la multitud atrás del gran telón por la espera de un ardiente espectáculo, me hacía sentirme más ansioso y dudoso de que pudiera lograrlo, necesitaba verle, antes del espectáculo, necesitaba besarle y sentirme entre sus brazos oliendo su fragancia mezclada perfectamente con el olor que desprende él, pero lo busque con la mirada al lado donde estaba el piano negro que en el momento adecuado haría presencia en medio de la presentación, no estaba, aún no había llegado. Respiré hondamente tratando de no perderme y no pronosticarme la terrible desilusión que tendría si en su lugar tocaba el precioso piano otra persona, quería creer que no iba ser así: oh Min Yoongi, debes llegar temprano.

Nuevamente pasó la profesora a cada lugar  deseando éxito a cada uno de sus excelentes alumnos, vino a mí y me tomó por los hombros:

"Lo harás bien, eres mi alumno preferido"

Le sonreí agradeciéndole su gran fe que depositaba en mí, debía no fallarle, debía hacerlo bien y poder llegar a mi objetivo, uno que solo él y yo sabíamos desde que me inscribí en la escuela de danza. Hizo por ultima vez su rondín quedando enfrente de nosotros, alzó su puño al aire y todos hicimos el mismo gesto admirados por el deseo de ser vistos, alabados en pleno acto de un brillante y seductor baile.

La voz de la directora hizo acto de presencia, recitaba palabras alentadoras y poemas antiguos que hablaban del amor a lo inmaterial, a lo intangible, a nada en concreto, sólo a lo que más te gusta amar. Nosotros lo traducimos al amor a la danza, a nuestro baile. Busqué esperanzado que él estuviera ahí, parado esperando a que nuestras miradas chocaran y pudiera decirme aquellas palabras que tanto deseaba escuchar, pero él no estaba ahí y reiteradamente rogué porque llegara, por que solo le faltara un par de cuadras para llegar y que mis ojos se encontrasen con los suyos en medio de mi baile, quería verle si no era tocando para mí, entonces frente de mí con una sonrisa. Oh Min, por favor, date prisa.

 ❝Baila, mi bailarín, baila❞ ↪YoonminKde žijí příběhy. Začni objevovat