Capitulo 1: Cautiva

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Estaba en un calabozo atada de pies y manos, no sabia con exactitud cuantos días habían pasado desde que esos maestro fuego decidieron llevarme como trofeo ante el despreciable Señor del Fuego, me sentía débil y asustada. 

Ya me habían golpeado a su antojo para que les dijera donde esta la resistencia, todo en vano porque mi gente es fuerte, no nos doblegamos tan fácil, Azula se canso de visitarme para torturarme, estoy segura que lo hacia para divertirse más que para sacar información. 

Escuche unos pasos desde la parte de arriba del barco, que lograron sacarme de mis pensamientos. 

-Mira realmente son bellas esa mujeres salvajes de la Tribu Agua  -Dijo uno de los soldados levantando su rostro- 

-Y no solo eso compañero también son necias -Acariciándome la pierna- 

-QUE HACEN SUÉLTENME !! Basta  -Tratando de librarme de esas sucias mano-  

-Si apenas estamos comenzando, nos dijeron que no quieres hablar. 

-Veamos que tan fuerte eres -Apretando uno de sus pechos- 

-Ahh! Me haces daño, suéltame cerdo asqueroso  -Pataleando-  Los voy a matar si se atreven a tocarme. 

-Hahaha que tu hahaha nos vas a matar haha vaya que eres estúpida, acaso no ves que estas atada. 

-Y no hay agua para que te defiendas, las ventajas de ser un maestro fuego es que  -Soplando sobre su blusa una leve llama que comenzó a carcomer la tela-  Es que el fuego nace de nosotros -Arrando la blusa totalmente dejando uno pechos firmes y definidos  expuesto- 

-Ahhh AYUDA POR FAVOR BASTA SUÉLTENME- Totalmente apenada-  SON UNOS COBARDES -Un golpe me hizo callar- 

-Cierra la boca ramera de mierda -Arrancando lo que quedaba de su blusa- 

-Mira realmente es hermosa, recuerdas lo bien que la pasaban aquellos viejos con las maestras agua del Sur. 

-Cuando había claro hahahaa ella es la última del Sur o eso se dice, no hay que perder las tradiciones -  Arrancandole la falda dejando expuesto su cuerpo- 

- Porque hacen esto -Comenzando a llorar- 

-Creí que eran inquebrantables ustedes los salvajes -Comenzando a masajear sus pequeños pechos- 

De pronto uno de los guardias comenzó a pasar su lengua por mi pecho  y succionar fuertemente mi pezón lo que me hizo gritar de dolor, me estaba lastimando pero no le importó y continuó haciéndolo más fuerte.  

-Oye no te lleves toda la diversión -Aventando a su compañero- Déjame jugar también  

-Acaso no tienen valor ni honor -Estaba temblando quería que pararan

-Eres una puta como todas las mujeres de tu Tribu, las tratamos como se merecen -Comenzando a tocar su entrepierna- Si cooperas hasta te gustará

Me comenzó a arrancar mi ropa interior, y tocando mis labios de arriba a abajo con rudeza, eso me dolía y mucho, luego sentí uno de sus dedo en mi vagina entra forzudamente,  yo era virgen y eso dolido mucho, él otro solo seguía succionado mi pezón y jalándolo con fuerza. 

-AHHHH!! Por favor paren me duele mucho -Suplicaba no podía hacer más- 

-Con que eres virgen -Dijo con entuciasmo- 

-Ese es un problema quien ira primero -Metiendo el segundo dedo en su vagina de manera brusca. 

-Ahhh  a... ya no por favor me hacen daño, basta - De pronto recordé a Zuko y pensé en que él no permitiría esto-  ZUKOOOOOOO! ZUKOOOOO AYUDAME -No puede seguir gritando porque el gurda comenzó a mover sus dedo en mi interior y eso me hizo callar por el dolor. 

-Ahora es mi turno cambiemos 

-Esta bien quiero probar esa dulzura de la que hablas 

Cambiaron de lugar y el otro hombre metió tres dedo en mi, solo grite de nuevo, eran unos animales, solo lloraba  y gritaba el nombre de Zuko ellos solo se rían de mi.

-Esta mujer está completamente seca. 

-Peor para ella -Lamiendo su cuello- Hueles a jazmín que aroma más dulce 

-Claro es joven solo mirala -Moviendo sus dedos dentro de la vagina de la maestra agua- 

-AHHH YA no!! YA BASTA !! ZUKOOO ZUKOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO AHH

-Amo cuando gritas gatita -Dandole un fuerte puñetazo en el rostro- Pero amo más el silencio, ahora te bajaremos de ahí y serás buena abriendo esas piernas perra. 

El golpe me desoriento, solo sentí como caí al suelo de golpe, me había liberado,  seguí diciendo  el nombre de Zuko, en el fondo sabía que no vendría,  uno de ellos me volteo boca arriba y sujeto mis manos con fuerza, ya no podía seguir consciente, pensé que mi primera vez seria linda con amor e inolvidable, nunca me había tocado ningún hombre y ahora solo quería vomitar.

-Hermosa abre esos ojos, no querrás perderte la mejor parte -Abriendo sus piernas, ya no tenía nada de ropa solo arrapos rasgados- Si te duele grita. 

-Lo mismo te digo -Musito un príncipe propinándole una patada en la cara que lo noqueo de inmediato-  Que carajo creen que hace ?? Escorias 

-Fue su idea, alteza, solo queríamos información -Soltando sus manos- Además ella nos provocó, somos hombres que esperaba. 

-Hump hombres, no esa palabra les queda grande. 

Desde el suelo veía a Zuko, que realmente había venido  a ayudarme,  ya no podía moverme apenas podía estar despierta. 

-Su alteza solo es una campesina  

-Es una mujer que merece tu respeto -Tomándolo del cuello  y quemandoló hasta que se dejo de mover- 

PVO ZUKO 

Una vez que termine de asesinar a ese guardia, me dirigí al otro que yacía  inconsciente en el suelo y comencé a pisar su cabeza con más fuerza hasta que la rompí, estaba furioso ante la idea de que esos dos le había puesto las manos encima a Katara, que la habían forzado. 

Estaba salpicado de sangre pero no me importo, camine hacia ella y me quite el saco, para taparla me hinque  y así estar a su altura. 

-Escuche que me llamabas -Cubriendola- Perdón por no llegar antes. 

-Viniste -Temblando- Yo ... -Desmayándose

La mire en el suelo casi desnuda, sabía que no podía dejarla ahí, sin duda esto se repetiría,  así que la tome en brazos. cubriendola bien, y la lleve a mi recamara. 

Iba caminando por el barco y me topo a mi hermana. 

-Zuzu que haces?? Es la maestra agua.. ya veo se te paso la mano haha

-Hay dos bajas, anotalo, a partir de hoy Katara estará en mi habitación. 

-No pensé que te gustara lo corriente haha

Ignore ese comentario y me fui a mis aposentos, mande por el médico y pedí que la asearan, después la deje en mi cama y pase la noche velando su sueño, que le dieran analgésicos ayudo mucho.  








Esclava de la Nación del Fuego (Zutara)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora