Animador

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Mycroft solo conocía tres caras de Sherlock, y ya estaba harto de la poca variedad de expresiones.

De esas tres, la cara mas inusual era cuando fruncía el ceño, Sherlock sólo tenía esa cara cuando no entendía algo, también cuando Mycroft ó, su maldito compañero de laboratorio, le molestaban, ellos dos eran los únicos capaces de hacer poner esa expresión a Sherlock. También estaba esa típica cara de serenidad y concentración que tenía cuando estaba en su palacio mental. Y por ultimo, y la mas desagradable para Mycroft, la de indiferencia. Esa era la cara normal de Sherlock cuando no tenía alguna de las dos anteriores. No importaba si hacías un chiste o lo insultabas o lo que sea, Sherlock sólo te iba a mirar con indiferencia...bueno, si es que te miraba.

Y no es que Mycroft fuera exactamente expresivo, simplemente no quería que su hermano siguiera el mismo camino que él, ¡Y menos a esa edad! Sherlock era sólo un niño, necesitaba alguien a quien contarle sus problemas.

Pero ya lo arreglaría, lo había estado pensando hace un tiempo.

Quería comprar una persona para que aguante a Sherlock...

Bueno, tal vez sonaba un poco frío.

Veamos...¿"Quería contratar una persona paciente para que se ocupara de Sherlock"? Dios, no.

¿Qué tal "Quería alquilar un amigo"? Eh... Mejor dejamos esto para después, ¡Vamos al tema!.

Lo primero que hizo Mycroft fue entrar en internet. Sí, él lo confiesa, entró en una página de niñeras. Quedó sorprendido de que algunas opiniones de madres satisfechas describían el comportamiento de sus bebes con un escalofriante parecido al de Sherlock. Aún así, lo que dedució de las fotos no le gustó nada, por lo que descartó la idea.

¿Qué podría hacer?

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⏰ Última actualización: Aug 30, 2017 ⏰

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