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⚠️ IMPORTANTE Les aviso que la novela recién acabó de ser editada y es importante que tengan en cuenta que antes escribía los diálogos encerrados en comillas, pero con la edición lo cambié a guiones, y es probable que me haya saltado alguno. Además, pronto volveré a dar una segunda revisión a la novela, así que es probable que les salgan actualizaciones, pero no habrá cambios mayores, solo pequeños detalles de gramática u ortografía.

Sin más preámbulos, gracias por darle una oportunidad a mi libro y espero que lo disfruten ❤️

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Editado 09/01/21

—No entiendo cómo es que sus amigos se lo soportan— digo fastidiada por su presencia en el pasillo.

—Ni yo, pero hay que admitir que está muy bueno—  replica Luisa  mordiendo su labio inferior mientras lo observa detenidamente de arriba a abajo y me es inevitable no reírme al ver como a mí frustrada amiga se le hace agua la boca con tan solo verlo.

Así es siempre, yo lo insulto y ella lo aprecia.

Conozco a Luisa desde que tengo memoria, nuestras madres estudiaron en el mismo instituto y siempre fueron muy cercanas durante aquellas épocas escolares. Gracias a esa antigua, pero sin duda alguna muy valiosa amistad de nuestras progenitoras, ella y yo somos como uña y mugre, hacemos todo juntas y estamos ahí la una para la otra sin importar las circunstancias.

—Eso sí, pero por favor— digo en un intento de razonar con mi amiga que parece haber sucumbido ante las falsas apariencias de la máquina de hormonas del instituto—. Ambas sabemos que él— ladeo mi cabeza ligeramente hacia dónde está nuestro sujeto de charla—. No es más que un idiota.

Ruedo los ojos pensando en las pobres chicas que han terminado con el corazón roto por su culpa. Porque sí, él es de esos que a pesar de dejar el corazón de cada chica con la que se cruza hecho añicos sigue siendo de los más apetecidos por las mujeres. Es que a veces nosotras somos muy estúpidas, dejamos que jueguen con nosotras y que luego nos boten como pañuelos usados.

Hablamos de David, un bombón del instituto que tiene una lastimosa excusa de novia llamada Claudia y a pesar de eso, todas están locas por él.

Aparentemente Luisa y yo somos de las únicas que nos damos cuenta de la persona que es en realidad. Un simple idiota mujeriego que sólo busca sexo con cualquier mujer que le haga ojitos.

—Totalmente de acuerdo— dice  Luisa entre risas casi como si se burlara de ella misma por babear por él, aunque no la culpo, el chico no se queda para nada atrás en cuanto a apariencia física.

De repente suena el timbre indicando el inicio de clases y a su vez dándome un gran susto. Dejo salir un largo suspiro y tomo a mi amiga del brazo arrastrándola por los conocidos pasillos de este infierno que se hace llamar escuela.

—Vamos Luisa, tenemos inglés— suspiro de nuevo, desanimada al recordar que tenemos control de lectura y como de costumbre ni siquiera me había molestado en alquilar el libro de la biblioteca del colegio.

Abro la boca para hablar, pero Luisa me interrumpe—. Mierda, no leí— sonríe mientras imita mi voz un par de tonos más arriba de lo que en realidad es.

Nos miramos con picaría y estallamos de la risa.

Nunca lo hago.

Llegamos al salón y nos sentamos en nuestros puestos habituales, yo en la ventana y Luisa en el pasillo. Pocos minutos después el salón está completamente inundado de estudiantes mal humorados y groseros, pero no los culpo, después de todo, ¿quién puede estar de buen humor un Lunes por la mañana?

Mi Hermanastro ©|+18| [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora