¿Por qué?-[RUBELANGEL]-

-¿Por qué?-

Dime, si tú existes, ¿por qué lo has hecho? ¿Por qué tanto sufrimiento? ¿Por qué te lo has llevado tan joven? Veintiséis años, joder. Veintiséis. 

Una hermosa familia lo has hecho dejar. 

¿De qué sirvieron tantas putas cadenas de oración? De qué, si al final, te lo has llevado. 

Has lastimado a toda una familia. Y lo peor es que la mayoría sigue creyendo en tu existencia aún viendo todo lo que sucedió. Todo lo que sufrió.

¿Por qué no sólo te lo has llevado sin hacerlo pasar por todo eso? Sin hacerlo pasar por innumerables estudios e inyecciones. Sin hacerlo pasar por tantos desmayos y tantos dolores.

Sin hacernos pasar por esa mierda que tuvimos que pasar. 

Es horrible lo que has hecho. Totalmente horrible.

Ese, ese que estaba en aquella tumba, no era Rubius.  No quiero seguir recordándolo así. Lo voy a recordar como el que tenía vergüenza a que lo besara en los vídeos. Como el que se sonrojaba cuando le decía algo lindo. Lo... te voy a recordar como el que sacaba a Ust cuando le decía algo bonito. Como Rubén, aquel que se rayaba por el contenido de su canal. Como el Rabos, el que aparecía y te hacía reír con sus estúpidas flechipollas.

Te recordaré como todos ellos pero también como quién eras cuando no estaba la cámara prendida. Ese que se dejaba mimar, besar y abrazar. Porque ese, sin lugar a dudas, fue el mejor. 

Te voy a recordar como el jugador troll, como el chico que casi me infarta cuando dijo que se tiraría por la ventana por matar a sus preciadas gallinas en ese juego. Como el ojiverde que odiaba el pan de pipas. 

Te recordaré también como el celoso que puteó a Alexby en broma por casi romper Rubelangel.

Te recordaré como ese chico pre-adolescente que me engañó por teléfono por un tiempo para luego convertirse en mi mejor amigo. 

Te recordaré así. Porque ese que estaba en esa tumba no eras tú. Era otro ser. 

No puedo creerlo. Te juro que a veces solo creo que estoy en una pesadilla y que en cualquier momento voy a despertar y te voy a encontrar allí, vivo,  luchando todavía, conmigo y tu familia a tu lado. 

Pero no despierto, me pellizco, me muerdo y no logro despertar. Y me doy cuenta, una vez más, de que no estás. 

Creo que siempre va estar en mi memoria aquella fecha. 

Y no te preocupes, no te rayes por vernos llorar. Entiende que nos duele saber que no te veremos más en persona. Porque solo quedan los vídeos. Porque al final, eso es lo único que nos queda, los vídeos, las fotografías y los recuerdos. 

Duele mucho. Y te lloro.

Te lloro cuando la realidad me da esa cachetada, cuando me tira el balde de agua helada, cuando me agarra y me aprieta el corazón. 

Rubius, fui a tu funeral y fue el peor error que pude haber cometido, porque me encontré con alguien que no eras tú. Preferiría tener esa última imagen de cómo eras antes de todo esto. Ojalá pudiera volver el tiempo atrás.

Lo peor de todo esto es que tenías toda una vida por delante. Tú mamá, el padrino, tu hermana. Pienso en ellos, pienso en ti, y me da rabia lo injusta que es esta vida.

Cuando me enteré de que te fuiste, creí que nunca podría volver a ver a ningún familiar tuyo a los ojos. Pero lo hice. Con un nudo en la garganta y el corazón apretujado, los miré y mis ojos se inundaron, porque me di cuenta de que es real. Que ya no estás. Lo vi en sus ojos y lo veo en los míos al mirarme al espejo: el dolor. El vacío.