Una noche a tu lado

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Era un día normal en la clase de asesinato, más conocida como la clase E, con una pequeña diferencia:

El mejor asesino de la clase había faltado a la escuela.

Todos se encontraban confundidos por la inasistencia del peli azul, pues este casi nunca faltaba, mucho menos cuatro días seguidos, y más aún pues no había contestado las llamadas de sus compañeros ni siquiera cuando Karasuma-sensei llamo a su casa.

Esta situación tenía muy confundidos a todos pero sobre todo tenía a dos personas frustradas, confundidas, e incluso, preocupadas.

A Karma le preocupaba que algo le hubiera sucedido a Nagisa, pues tampoco había conseguido comunicarse con él, y aun estando preocupado no podía evitar molestarse pues el primer día que el ojiazul faltó, era el día en que planeaba declararse, así es, Akabane Karma, el pelirrojo busca pleitos de la clase 3-E de Kunugigaoka, llevaba casi un año enamorado de su mejor amigo, al principio no había tenido problemas en ocultarlo, pero conforme se acercaba el fin del año, y con él, el día que sus caminos se separarían, sabiendo eso Karma decidió que no quería seguir fingiendo lo que les quedaba de tiempo juntos por lo que decidió arriesgarse y confesarle sus sentimientos a Nagisa, pensando que tenía por lo menos una mínima oportunidad de que el peli azul le correspondiera.

Pero su plan se había estropeado.

La segunda persona era Koro-sensei, aquel súper ser amarillo con apariencia de pulpo que explotaría en marzo estaba preocupado por su alumno, sabiendo cómo era tratado por su madre en el pasado temía que aunque se supone que las cosas se habían calmado entre ellos su madre se hubiera sobrepasado en algún ataque de ira y aunque lo deseara no podía ir a ver al peli azul.

Ese era el cuarto día que el pequeño asesino faltaba y Karma ya estaba en su límite, por esa razón decidió que al terminar las clases iría a ver al ojiazul.

Al termino de las clases Karma prácticamente salió corriendo, bajo la montaña y tomo el primer tren que llevaba a casa del peli azul. Al bajar del tren volvió a correr hasta el apartamento donde vivía Nagisa junto a su madre, al llegar al lugar espero a recuperar un poco el aliento mientras observaba fijamente la puerta, tras unos minutos ya con su respiración más tranquila se dispuso a tocar la puerta.

*-*

Dentro de un cuarto completamente a oscuras, un pequeño adolecente de cabellos celestes intentaba en vano reconciliar el sueño. Nagisa acababa de comer un poco de caldo de pollo que de alguna manera había conseguido cocinar y aunque no fuera muy fan de dormir todo el día en ese momento no tenía ganas de hacer nada más.

El pobre peli azul se encontraba enfermo y solo en su casa.

Su madre había salido de viaje durante una semana por el trabajo y el día que se marchó Nagisa se quedó dormido con la ventana abierta y al día siguiente despertó con fiebre, la cual no había bajado, razón por la que no había asistido a clases.

El joven asesino llevaba cuatro días enfermo y desde el día anterior se sentía un poco mejor, sin embargo no se sentía con fuerza suficiente para asistir a clases, mucho menos tratar de matar a su profesor.

Después de darle un par de vueltas en la cama, Nagisa por fin empezaba a sentir el sueño acercarse cuando de pronto escucho el timbre de su casa, por un momento pensó que era su imaginación por lo que lo ignoró sin embargo el timbre continuo sonando, consiguiendo espantar el preciado sueño que había estado tratando de conciliar. Cubrió su pequeño cuerpo con la manta, pensando que quien fuera que estuviera tocando se iría.

Pero no fue así.

De pronto el timbre paró para dar paso a fuertes golpes a la puerta. El peli azul al escuchar los golpes se dio cuenta de que la persona al otro lado de la puerta no se iría por lo que con toda la flojera del mundo, y pensando que tal vez era algo importante, salió de la cama, se puso sus pantuflas y empezó a caminar hacia la puerta, cuidando que la pequeña toalla en su frente no se callera. Aunque pensó en preguntar quién era antes de abrir se dio cuenta que su garganta adolorida no lo dejaría alzar la voz lo suficiente para que lo escucharan, tras pensar en eso y resignándose a no poder preguntar antes de abrir, se dispuso a abrir la puerta.

Una noche a tu lado {KarmaxNagisa One-shot}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora