El ladrón del giratiempo

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No poseo a ninguno de los personajes. Todo Pertenece a JK Rowling.

Spoilers: Del tercer libro. Y no me acuerdo de que otro más, pero se hacen una idea.  

Disfruten...


Tomé una honda inhalación, empujando toda la culpa lejos. Era necesario.

Con un Lumos, alumbré la impecable ordenada oficina. No debía sorprenderme sabiendo de quién era. Me acerqué al escritorio, revisando los cajones; papeles apilados y bien sujetos con clips muggles, una libreta con un potente hechizo protector, varias plumas y frascos de tinta. Los cerré al no encontrar nada, sería muy estúpido que lo hubiera guardado allí pero era una posibilidad que tenía que descartar.

Miré hacia el librero lleno que estaba empotrado contra la pared izquierda, en las películas siempre había una habitación o pasadizo tras estos. sólo tenías que sacar el libro correcto. Apenas había tocado las solapas aterciopeladas con los dedos cuando escuche el crepitar de fuego a mis espaldas, y todas las luces fueron encendidas.

Ella salió de la chimenea, con los brazos cruzados y un duro reproche en sus ojos castaños.

—Hermione... —balbuceé.

—No puedo creer esto —dijo ella, escuchar la decepción en su voz me hizo encogerme en mi sitio.

—Puedo explicarlo.

—¿Qué vas a explicarme? —espetó ella, sus tacones resonaron furiosos en el piso cuando se acercó a mí—. ¿Cómo vas a explicar el hecho de que mi mejor amigo está tratando de robarme?

—Sólo es un préstamo. Iba a devolverlo.

—¡Harry! —me regañó—. No es algo que pueda prestarte, le pertenece al Ministerio. ¡Mi trabajo está en juego!

—Lo se y lo siento. Pero estoy desesperado, Hermione, esta es la última posibilidad que me queda.

Los ojos castaños de mi amiga se ablandaron, pasando de el enojo a algo que reconocí como pena. Recibía esa mirada mucho últimamente. De mis compañeros en el Ministerio, de los Weasley y el resto de mis amigos e incluso de parte de Pansy Parkinson.

Era consciente de que mi aspecto no era el mejor, hace cinco días que no me afeitaba y mi apetito había desaparecido tambien. Ni hablar de dormir, el espacio vacío en mi cama era una fría y dolorosa presencia que me ahogaba cada noche en mi propio arrepentimiento.

—Oh, Harry —Ella negó con la cabeza—. Esta no es la forma. Habla con él, estoy segura que si...

—Lo he intentado todo —le dije, sintiendo como un nudo comenzaba a obstruir mi garganta—. Le mande más de treinta lechuzas. Deshabilitó mi acceso a su departamento así que tuve que quedarme fuera de su puerta hasta que su elfo me echó. Traté de buscarlo en el trabajo pero me esquiva, y obviamente nadie puede decirme donde su oficina se encuentra. No tengo más tiempo, mañana por la mañana tomará el traslador y no se a donde irá, ni si volverá ahora que nosotros...

—Tranquilo, respira —Hermione colocó sus manos sobre mis hombros, ni siquiera me dí cuenta que me había atragantado con mis propias palabras—. Tú dijiste que sólo era un viaje de trabajo, ¿recuerdas? Volverá y podrás intentar hablar con Draco de nuevo.

Negué con la cabeza, recordando la discusión que habíamos tenido cuando me anunció que estaría fuera por dos semanas. No me dió mas información, era un Inefable después de todo, ellos eran muy cautos respecto a eso. Pero sí sabía que iba a ir junto con Blaise Zabini a esa misión, y que ellos dos habían sido muy unidos durante el colegio. Los celos me habían cegado, junto con la desolación de tenerlo lejos durante tantos días, la preocupación de que fuera peligroso y el miedo a que se enamorara de alguien más.

El ladrón del giratiempo (Drarry)Where stories live. Discover now