Primer día del nuevo curso en la prestigiosa academia Standvard. Era la mejor academia de toda España, todo el mundo soñaba con algún día poder llegar a dónde ella estaba.
La verdad, Candela se había sorprendido bastante cuando una tarde al llegar a casa una carta de admisión la esperaba en la mesa de su escritorio. Y para más sorpresa, su mejor amigo de la infancia, Adrián, también había sido seleccionado. Ese año iba a ser el mejor de su vida. En la carta la felicitaban por su expediente académico, y es que a decir verdad, ella se había encargado personalmente de nada manchara su brillante reputación como estudiante. Media de 9'4, sin ninguna falta de asistencia, voluntaria en los trabajos del colegio, directora de la prensa escolar, capitana del equipo de voleyball... En resumidas cuentas, una estudiante de primera.
Todo parecía ir viento en popa cuando una sirena a las 9 de la noche interrumpió su conversación con su mejor amigo.
- ¡Atención! A las 9:05 de la noche, todos los estudiantes deberán estar en sus respectivas camas con la puerta y ventanas cerradas. Asegurense de que su compañero de habitación esté en la habitación a la hora, de no ser así, queda terminantemente prohibido abrirles la puerta pasadas las 9:05.
Candela no entendía nada. ¿Por qué la alarma había causado tanto alboroto en los pasillos? Si al fin y al cabo solo era un sistema para asegurarse de que los estudiantes dormían las horas necesarias.
- Bueno Cande, me tengo que ir, que si no ya sabes que puede pasar - se despidió Adrián con una sonrisa.
- ¿A qué te refieres?¿Qué pasa si no estás a la hora en la habitación?
- Ya estás tú con tus bromas de siempre - añadió con una carcajada- Venga, hasta mañana.
Candela se quedó paralizada en el pasillo observando como su amigo se apresuraba en ir a su cuarto. ¿De qué estaba hablando? Qué pasaba si.... De repente la imagen de Cristian, su novio desde hacía ya dos años, interrumpió sus pensamientos.
- Oye, ¿Por qué todo el mundo tiene tanta prisa?
- Candy, ya ha sonado la alarma ¿o es que no la has escuchado?
- ya, ya sé que ha sonado, pero ¿qué se supone que pasa si no estas en la habitación?
- Candela, déjate de tonterías, tengo que irme, nos vemos mañana. - se despidió con un beso y se echó a correr por los pasillos adelante-.
- ¡Cristian!¡Espera!¡Quédate conmigo esta noche!¡Tengo miedo!¡No entiendo nada! - gritó pero él ya no la escuchaba-.
Miró para la pantalla situada en el pasillo, solo quedaba 1 min para las 9:05. Los pasillos ya estaban desiertos. Tenía la impresión de que fuera lo que fuese lo que pasaba si noestaba en la habitación, debía de ser algo malo. Sacó las llaves del bolsillo trasero del pantalón y fue en busca de la habitación 407.
Cuando entró en su cuarto, observó que su compañera de cuarto se había ido, había recogido toda su ropa y hecho la maleta. Una nota estaba encima de su cama.
Querida Candela, He decidido marcharme de este instituto, puesto que ya sabes cómo soy, siempre llego tarde a todos los sitios. Y no estoy dispuesta a que me pase lo que todos sabemos ¿no? Imagínate qué sería de mí si llegase más tarde de las 9:05. En fin, mejor no pensarlo, siento mucho no haberme podido despedir de ti.
Un beso, Ana.
¿Qué narices era eso de lo que todo el mundo estaba preocupado y por qué estaban tan asustados?
- la alarma sonará en 20 segundos, recordamos que todos los alumnos deberán tener la puerta y ventanas cerradas.
- ¡Mierda!¡La puerta!
Candela se apresuró en ir a la puerta y cerrarla pero con la sorpresa de que esta no lo hacía. Por más que empujaba la puerta no conseguía cerrarse. Era como si alguien la hubiese forzado y ya no fuese capaz de cerrarse.
- La alarma sonará en 5... 4... Candela corrió hacia la cama a toda prisa a sabiendas de que la puerta seguía abierta.
-3...2... Abrió la cama, se metió en ella y esperó a que pasara aquello que nadie quería imaginar.
- 1...0, esperemos que todos los alumnos se encuentren en sus respectivas camas con las puertas y ventanas cerradas. Mañana el comedor para desayunar se abrirá a las 7:30. Que tengan una buena noche.
Transcurrieron 5 min y Candela no escuchaba ni notaba nada por lo cual debiera asustarse. Pero al cabo de un par de minutos....
Una sensación de escalofrío invadió la habitación de la chica. Y al segundo un ruido de cadenas arrastrándose lo acompañó. No se escuchaban pasos, solamente el ruido de una cadena rozando con el suelo. Estaba asustada, no sabía a lo que se podía enfrentar.
El misterioso ruido de repente se detuvo. Y algo abrió la puerta de su habitación con un leve chasquido. Ese algo, se introdujo en la habitación, no porque Candela lo hubiese visto, sino porque la anterior sensación de escalofrío se convirtió en un frío polar que le recorrian las venas. Escuchó como una respiración y una pequeña voz chirriante, como si no hubiese hablando durante muchos años.
- Tenías que haber cerrado la puerta... Son las normas...Ahora vas a tener que pagar por ello... Vas a tener que venir conmigo... Despídete de tus amigos... Es la hora...
Y en ese momento me desperté.
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