→¿trato?← DIPBILL

epílogo.

Bill y Will habían llegado exactamente hace una semana a Zero Gravity. Y realmente iban viviendo bien allí, pues el alcalde, Soos Ramirez y su esposa Melody, se habían encargado de mandarles alimento y dinero, prometiéndole a los dos chicos que no necesitaban pagar las cuentas de la cabaña, o por lo menos no, hasta que los chicos tuvieran suficiente dinero como para pagarlas, y un trabajo estable, lo cual sería imposible hasta dentro de unos años, pues ambos eran aún adolescentes.

En estos momentos, los gemelos Cipher se encontraban descansando en su habitación, ambos en la misma, aunque en separada cama.

Un estruendo fuerte hizo que ambos chicos se incorporaran de golpe, sancandolos de su ensueño.
El ruido era parecido a una explosión y había causado un leve temblor en la casa.

El mayor tomó un bate que tenía a su lado, dándole ordenes al menor que se quedara allí.

Se levantó y en completo silencio salió de la habitación, asomándose después por el barandal de la escalera. Lo que vio le sorprendió:
Eran dos castaños, un chico y una chica. Llevaban trajes bastante extraños, eran como disfraces; además de que estaban parados al lado de los escombros que habían quedado después de que hicieran un agujero en la cabaña para entrar.

—¡USTEDES, IDIOTAS!—

gritó enfurecido el rubio, bajando las escaleras rápidamente, saltando algunos peldaños.

—¡Mira Dipper, un niño!—

La voz de la chica era bastante chillona, a decir verdad.

El castaño se volteó hacia el menor de los tres, mirando al rubio.

—Mabel, no tenemos tiempo para esto—

Musitó, alejando a su hermana de su chico para evitar que tocara al "enano".

—¡pero Dipper!—

Y nuevamente esa voz chillona. Bill estaba en silencio, mirando a ambos con una ceja arqueada.

—¡a ver, idiotas! ¡¿qué clase de mala broma es esta?! —

Bufo, cruzándose de brazos, aún con el bate en manos.

—¿broma? ¡mira, niño! ¡no tenemos por qué darte explicaciones! mejor vuelve a la cama—

Esta vez fue Dipper quién habló, ganandole la palabra a su hermana.

—¡¿niño?!¡tu puta madre es un niño! —

Estaba a segundos de golpear con el bate a "Dipper", si no fuera por la voz de su hermano, el cual bajaba las escaleras con cuidado.

—¡Bill! ¡no lo golpees!—

Exclamó el peliazul, suspirando.

—¡otro niño, Dipper! ¡mira!—

Sonrió ampliamente Mabel, apuntando al chico.

—¿po-por qué.. Por qué No mejor hacemos un trato?—

Preguntó con voz tímida Will, acercándose a su hermano.

—buena idea, Will. ¡mira, ustedes reparan lo que hicieron y nosotros haremos lo que quieran por una semana!—

Y Bill, sin saber en que se estaba metiendo, estiró su mano hacia el castaño, el cual obviamente aceptó con una sonrisa.

Pobre niño ingenuo...