Capítulo único

882 93 66
                                    

DISCLAIMER: Los personajes que aparecen en esta historia pertenecen a Naoko Takeuchi y su obra Sailor Moon, sólo los tomo prestados para crearla.

Queda prohibido editar, reproducir o publicar total o parcialmente esta historia en cualquier blog, página, grupo o plataforma sin mi consentimiento expreso.

Estimado lector: Agradezco infinitamente que te guste la historia y que desees compartirla con otras personas, pero la mejor forma de apoyar mi trabajo y respetar el esfuerzo y dedicación puestos en cada una de mis historias es colgar el link a la misma, ya sea en tu fanpage, grupo u otro medio que manejes.

NO LA COPIES O DISTRIBUYAS SIN AUTORIZACIÓN. NO PLAGIES NI APOYES EL PLAGIO.

.

.

Capítulo único

You're the light, you're the nigh; you're the color of my blood

You're the cure, you're the pain; you're the only thing I wanna touch

Never knew that it could mean so much... so much.

.

Tú eres la luz, eres la noche. Eres el color de mi sangre

Tú eres la cura, eres el dolor. Lo único que quiero tocar

Jamás pensé que esto podría significar tanto... tanto.

.

.

— Estoy cansada de esto. —dije, con una mano sobre mi pecho, intentando sostener mi corazón que pensaba se me saldría en cualquier momento.

— ¿A qué te refieres?

Mamo-chan volteó a mirarme. Pude ver la confusión en sus orbes zafiros, intentando descifrar lo que fuera que pasaba por mi mente. También estaba preocupado. Podía sentir su preocupación saliendo en oleadas y avasallándome.

No podía culparlo. Habíamos estado discutiendo por más de una hora y no era la primera vez. Habíamos discutido por lo menos dos o tres veces por semana, desde que terminara nuestra batalla con Galaxia y el mundo volviera a una relativa calma, al menos para el resto de la humanidad.

— A esto. —Dije señalándonos a ambos— Estoy cansada de nosotros.

La sorpresa y el dolor inundaron su expresión. Se acercó a mí y extendió su brazo, tratando de atraerme hacia él y envolverme en un abrazo tranquilizante, pero esta vez lo esquivé.

— ¿Qué es lo que te sucede? —preguntó.

Caminé hacia la ventana, sintiendo como su mirada seguía cada uno de mis movimientos. Me detuve frente a ella y observé el cielo. Tonos naranjas disipándose, alejando el azul del cielo para dar paso lentamente a la noche.

Llevé una mano a mi pecho nuevamente y apreté. Lo que estaba a punto de hacer dolía como si un tren me golpeara de frente.

— Ya no quiero más esta responsabilidad. —tomé una bocanada de aire, sabiendo que las palabras que estaba a punto de decir le dolerían, pero de la forma en que yo veía las cosas era la única forma de alejarlo— No quiero ser más la próxima reina, no quiero un Tokio de Cristal, no quiero un siglo treinta ni una hija prometida. —Suspiré— No quiero un futuro a tu lado Mamo-chan.

El silencio que prosiguió a mis palabras fue demasiado abrumador. El aire a mí alrededor se había hecho pesado, era como si el tiempo se hubiera detenido.

Love me like you doDonde viven las historias. Descúbrelo ahora