"Mi molesto vecino" Larry Stylinson

Despierto sobresaltado a causa del bullicio que rodea mi tranquilo hogar.

- ¡Otra vez el nuevo vecino! -bufo molesto, ya es la tercera vez que hace una gran fiesta en un mes, las otras veces simplemente le ignoraba, pero ahora no.

Además de ser la gota que rebalsara el vaso, mañana me esperaba un importantísimo examen en el instituto.

Giro hacia la derecha de mi cama, encontrándome con un reloj en la mesita de noche, en él marcaban las una y treinta y ocho de la madrugada. Gruño maldiciendo al joven de unos dieciocho años que vive junto a sus padres en la casa del lado hace unos tres meses, ¿cómo ha hecho tantos amigos en poco tiempo? Me pregunto, yo he vivido toda mi vida aquí y mis amigos los cuento con los dedos de una mano, observo el reloj nuevamente, el tiempo sigue pasando... aún no concilio el sueño. Giro nuevamente en el mismo eje, pero ahora me quedo atónito con el paisaje de cielo nocturno que me expone mi ventana abierta.

Me levanto de la cama y comienzo una ardua tarea buscando mis pantalones, un ajustado color negro. Me visto y compruebo mi look de medianoche en el espejo del baño, salgo a hurtadillas de mi casa. La casa del vecino está a reventar de gente, lo miro impresionado de que en una casa tan pequeña caigan tantas personas. Diviso a lo lejos una rubia cabellera... ¿mi hermana? ¿Qué carajo hace Gemma aquí apoyando al vecino a no dejarme dormir? Me encamino hasta ella y llamo su atención tocando su hombro descubierto.

- ¡Ey Gemma! -Grito por encima de la música, la cual está tan fuerte que mis tímpanos están a reventar-. ¿Qué haces acá? -Cuestiono esperando su antipática sonrisa diciéndome....

- ¡Púes bailando imbécil! -Grita alzando sus manos al aire y "bailando" al ritmo de la música, bastante a destiempo, pero ¿qué más da...? Ya todos están lo suficientemente borrachos como para darse cuenta.

Ruedo los ojos en señal reprobatoria a mi hermana, me muestra el dedo medio yéndose de lugar en el cual yo me encontraba, bufo recorriendo el lugar con mis ojos, muchos de mis compañeros de instituto están aquí, e incluso los de mí grado, ¿qué iba ser el único que estuviera preocupado del jodido examen? Al ver a mi mejor amigo, me respondo solo.

- ¡Niall, qué mierda estás haciendo tú acá! -Le grito al rubio cuando ya estoy a su lado, el me sonríe y me abraza susurrándome cuanto me quiere, está ebrio. - ¡Maldito irlandés, estás más ebrio que un marinero! -Digo, esa frase fue como una bomba, ya que desató su escandalosa risa.

- ¡Tranquilo Harry! -Me dice, se tambalea de un lado a otro, está a punto de caer, pero lo sostengo pasando su brazo por encima de mis hombros-. ¡Hasta que decidiste venir!

- Eres un idiota...-susurro caminando con mi amigo hasta el patio de la casa, de una mesa aprovecho y saco una cerveza-. El idiota, sea quien sea, dueño de casa no me ha dejado dormir... -Rueda los ojos arrebatándome la cerveza de mis manos-. ¡Ey, eso es mío!

-Tú, tienes examen... -Me dijo bebiendo su contenido-. Además, el chico está demasiado bueno...

- ¿Qué? Pero Niall, ¡tú eres hetero! -Exclamo golpeando su hombro, el ríe y apunta a un muchacho algo bajito, pero no tanto, cabello lacio y un culote... -Oh mi dios, acabo de entrar al cielo... -Digo lo suficientemente fuerte como para que Niall me escuchase, pero creo que fue demasiado alto, ya que el chico camina hasta donde nosotros estábamos, miro a Niall quien está babeando observándolo, esto es raro.

- Tú eres mi vecino, ¿no es así? -Me pregunta, tiene una voz tan dulce que me hizo sonreír como idiota, asentí y me devolvió la sonrisa. -Genial, no quería causar muchos problemas, pero es que... tú sabes, popularidad.

No, no lo sé. Nunca he sido popular en mi vida. Ni cuando soy el único que hizo los deberes de la escuela, jamás ha sido mi mundo. He incluso ahora, vengo a una fiesta con unos pantalones negros y una camisa, ¿qué tipo de adolescente soy? Ha si, uno marginado de la sociedad por tener una orientación sexual distinta. Aún así, muchas chicas quieren un mejor amigo como yo, pero... soy tan mierda que ni para dar consejos de moda sirvo.

Este chico tiene la típica pinta de chico popular, piercing, tatuajes.... Ropa negra. El chico popular-malo. La adoración de las chicas huecas, la mayoría que asistió a esta fiesta. Sigue sonriéndome con una cerveza en mano, me tiende su mano y le doy una mirada rápida a mi amigo, ya no está. ¿Cuánto estuve embobado mirándole? ¿Se habrá dado cuenta?

- ¿D-Donde vamos? -tartamudo incorporándome con su ayuda.

Suelta una risotada algo arrogante, le miro dudoso, pero aún así le sigo. Caminamos por todo el patio, cuando pasamos por la mesa tomo un vaso con refresco cola en el, le doy un sorbo. Hago una mueca, dejando que el líquido fogoso bajara por mi garganta.

- Yo no bebería eso sí fuera tú... no hacen los tragos muy suaves que digamos, y no solo tienen alcohol. -Me aconseja acariciando mis dedos con los suyos, siento mi mirada borrosa y me tambaleo, el chico me sujeta de mi cintura-. Ves, te lo dije... sin querer, te drogaron. -Lo dice con tanta naturalidad que hasta me asusto, algunos temblores aparecen por mi espina dorsal, cuando acaricia mi espalda

- Será mejor que me valla a casa... -Digo buscando con la mirada a mi hermana, o a Niall, pero no los veo en ningún lado.

- No pequeño, quédate aquí... -susurra en mi cuello-... conmigo.

Gimo al sentir sus labios en mi cuello, ¿le habré juzgado mal? No, solo debe ser el alcohol. No soy el juguete de nadie, intento separarme de su agarre. Pero es unos centímetros más alto que yo, me pega contra la pared y su lengua recorre todo mi cuello. Jadeo, y ladeo mi cabeza hacia a un lado para más alcance.

- Siquiera sé tu nombre... -susurro.

- Louis, y tú Harry... ya lo sé.

Lo miro extrañado, el me sonríe, susurrándome un "Me encantas" en mi oído, gimo y me toma la mano, guiándome hasta las escaleras.