Miedo (Yami y tú)

Miedo

Este fic se ubica en Ciudad Batalla, tras la pelea de Marik v/s Bakura. 

MouHitoriNoBoku, te dedico esta historia.

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Vio salir a aquel sujeto embargado por las sombras, aquel que se hacía llamar Marik. Caminaba con esa actitud petulante y expresión retorcida que le causaba escalofríos por el miedo. Afortunadamente, el ser de tinieblas ignoró su presencia.

Al cabo de unos minutos, vio salir a Anzu, aquella agradable castaña que siempre apoyaba a sus amigos y detrás de ella, estaba él.

Su amor platónico.

Imposible.

Inalcanzable.

En sus ojos se leía una severa expresión ligada a la preocupación, e incluso miedo. Eso fue lo que la chica (color de cabello) leyó.

Decidió escapar a su habitación. Sabía que si lo miraba demasiado tiempo acabaría por cometer o decir una tontería.

¡Joder! Se había enamorado del menos indicado. Y por más de un motivo.

- ¿(T/n)?

Aquel atractivo timbre de voz tan seguro, varonil y encantador la hizo congelarse de golpe y hasta olvidar hacia donde se dirigía. Sus pupilas se encogieron, presa del pánico.

- ¿Te encuentras bien?

¡No! No se encontraba bien. No cuando él estaba presente. De solo verlo, sus sentidos se apagaban y su garganta se secaba. Se negó a voltearse y verlo a los ojos.

- S-Si, eso creo

¡Mierda!

Había balbuceado.

No escuchó respuesta alguna, pero eso solo provocó que su pecho se cerrara ante la falta de aire. Ya ni se entendía a si misma. Le dolía que guardara silencio, pero se ponía horriblemente nerviosa al escuchar la voz del tricolor.

- Me estás mintiendo

¡Ra!

No tenía manera de esquivarlo. Era una inexperta en mentiras, lo que a veces la hacía enfadar. Sintió un frío escalofriante recorrer su cuerpo. Los ojos le temblaron.

- ¿Me dirás qué es lo que te pasa?

Tembló de pies a cabeza, seguía negándose a voltearse para verlo a la cara. Sus ojos (color de ojos) se llenaron de lágrimas y se mordió el labio inferior. Se sentía débil, inútil, estúpida. Un movimiento más... y ella ya no podría seguir aguantando.

Lamentablemente, Yami no pudo percatarse del estado de (T/n). Sabía que algo la carcomía internamente, pero desconocía qué era. Su mano se acercó cautelosamente a la joven y se detuvo al posarse delicadamente sobre su hombro.

- (T/n), yo...

No estaba preparado para lo que vino a continuación. La chica se volteó con brusquedad y en un rápido movimiento, abrazó con fuerza al tricolor, ocultando su rostro en el pecho de él. Estaba temblando.

El se quedó de piedra. No podía creer lo que había pasado. Incluso casi había perdido el equilibrio ante la fuerza de la chica.

- (T/n)...

- No hables – musitó ella. Su voz estaba hecha pedazos.

- Yo...

- ¡Abrázame!