Capítulo Único.

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N/A: Sólo para avisar, los recuerdos están en cursiva. 😊

"No Preguntes Cómo Estoy."

*

Mudarse juntos en un principio había sido cosa de oportunidad y supervivencia. Ambos habían comenzado la universidad en aquellos años y sus facultades estaban relativamente cerca la una de la otra, así que encontrar ese departamento y no poder pagarlo individualmente los había orillado a escoger algo práctico y útil para los dos.

Con el paso de los años y la convivencia diaria inevitablemente terminaron volviéndose amigos, grandes amigos. Ambos eran decididos, disciplinados y cuando se fijaban una meta se esforzaban hasta conseguirla. Es cierto que en lo personal uno era más organizado que el otro, pero en realidad esa oposición los complementaba de manera agradable.

Hacía ya algún tiempo que habían terminado la universidad.

Al graduarse como Médico General, Law había conseguido una beca para especializarse como Médico Cirujano y consiguió graduarse con los más altos honores, ahora estaba compitiendo para especializarse como Cirujano en Neurología. Zoro por su parte había estudiado Ingeniería en Sistemas de Cómputo y había tomado una maestría en electrónica, su siguiente meta era el Doctorado en Robótica.

Ambos veían el mundo de manera diferente, pero esas diferencias conseguían complementar sus proyectos, trabajos y operaciones. Eran perfectos juntos, eran, los mejores amigos.

Si, llevaban más de una década viviendo juntos y sólo eran amigos, lo que no tenía cabida en la lógica del resto del mundo, puesto que ambos tenían la misma preferencia sexual.

"- El que ambos seamos gay, no significa que debamos gustarnos."

Era la explicación que solían dar cuando no estaban de humor para seguirle el juego a nadie, aunque generalmente les gustaba dejarse llevar por la corriente y hacerse insinuaciones sexuales el uno al otro, pero en realidad, su relación estaba muy lejos de llegar a ese punto.

Zoro salía con un hombre mayor, o eso habían llegado a creer todos, ya que él insistía en que tenía pareja, pero jamás le habían visto con nadie. Alguna vez Sanji había sugerido que nunca lo veían porque era un hombre casado, lo había dicho para picarle la cresta a su amigo y comenzar una discusión como las que tenían en la preparatoria, pero tras un tenso silencio sólo había logrado que el peliverde se despidiera de manera taciturna. Todos habían decidido no volver a tocar aquel tema por un tiempo, al menos mientras no lo miraran desmoronarse o algo así.

Law por su parte salía con el compañero de investigaciones de Zoro, un pelirrojo bastante brusco con pinta de rockero frustrado y grandes planes en el desarrollo de aeronáutica automotriz. Era un sujeto rudo, pero todo un soñador que fantaseaba demasiado de cuando en cuando, a diferencia de Law, que era más lógico y racional, y no se dejaba llevar por sus emociones.

Los proyectos eran grandes, el trabajo duro y la vida sumamente fugaz. A veces parecía que no había tiempo para nada, o esa idea tenía el peliverde, pues en su desorganizado mundo nunca había cabida para pasar el rato, si no fuera por su mejor amigo, quien iba y literalmente lo saca a rastras del laboratorio, su vida sería un desastre sin diversión.

Casualmente aquella tarde el alegre pelinegro había ido a buscarlo al taller de la universidad para llevárselo al bar donde se reunían todos a tomar algunas cervezas, ponerse al día y olvidarse un poco de lo agobiante que solía ser la vida algunas veces. Eusstass iba con ellos, pues a Luffy no se le paso decir que Law iba a estar ahí. El pelirrojo odiaba que insinuaran que el médico y Zoro debían estar juntos, e iba dispuesto a partir un par de mandíbulas de ser necesario.

No Preguntes Cómo Estoy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora