UN AMOR MAL CORRESPONDIDO

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Esta es la típica historia de amor suicida, un amor sincero, un amor verdadero, pero mal correspondido, un amor que no acepto la realidad que se le fue confesada.

Jean Franco, de 27 años, se encontraba en la etapa más feliz de su vida, sentía que era perfecta, una buena casa, un buen carro, un buen futuro como Comunicador Audiovisual (ya que no quería ejercer su carrera como abogado), una buena posición social, una hermosa enamorada a la cual él quería mucho más que a su propia vida. Paloma era perfecta, una chica sin igual, alegre, sincera, hermosa en muchos sentidos, con un hombre en su vida al que ella solo quería mucho.

Se conocieron en una noche como cualquier otra, en un evento Rave al cual asistió mucha gente, puesto que Carl Cox se encontraba mezclando. Jean como siempre, en cada evento Rave, fue con sus amigos para conocer chicas, pasar un buen rato con ellas al son de la música y beber una que otra bebida. Por otra parte, aquel fue el primer Rave al que Paloma asistía, desconocía completamente todo lo que veía a su alrededor, fue obligada por sus amigas a ir ya que consideraban que ella necesitaba salir de su rutinario ambiente; grande fue su admiración al ver a tanta gente bailando al compás de una música envolvente y satisfactoria para el cuerpo, todo esto era nuevo, era un mundo desconocido hasta ese momento. Cinco horas tuvieron que pasar para que Paloma quede atrapada con los sonidos mesclados coordinadamente por el Dj, cada segundo que pasaba, ella se perdía en la música emitida por tan potentes parlantes; maravillada, decidió bailar para sacar todas esas sensaciones generadas por la música. Jean se encontraba a unos pasos, ya se había fijado en ella desde hace un buen tiempo, simplemente no dejaba de admirar a tan bella mujer; se había dado cuenta desde que ella entro que no sabía nada de música rave, pero le resulto tan fascinante el ver como una persona entra en el mundo de la electrónica poco a poco hasta quedar atrapada bajo su consentimiento. No quiso perder más el tiempo, se disculpó con sus amigos y se dirijo a ella. Fue grande su admiración al descubrir que era la chica más hermosa que había visto, aquel dicho "Siento mariposas en el estómago" que él consideraba estúpido se volvió realidad, por primera vez en su vida sentía que no podía hablarle, para él fue amor a primera vista, aquel temor generado no le dejó emitir palabra alguna cuando Paloma volteo y lo vio parado frente a ella. Sin saber cómo reaccionar, Jean no hizo nada más que bailar, rogaba que ella no lo ignorara, solo quería que ella baile con él y ya.

Así fue.

Aunque Paloma al principio se mostró indiferente a Jean, poco a poco se fue soltando, pero al final coopero y toda la noche bailaron juntos, cada canción, cada Dj después de Carl, hasta las 10:00 am del siguiente día, una noche inigualable para ambos. La adrenalina generada durante la noche iba disminuyendo poco a poco, ya no podían más, estaban muy exhaustos como para seguir bailando. Paloma le pidió que la llevara a su casa ya que sus amigas aún se quedarían y ella estaba cansada; Jean accedió a la petición sin pensarlo dos veces y se dirigieron a su carro. Fue grande la idea que se le ocurrió, fue buena la decisión que tomo en ese instante mientras arrancaba el carro, llevarla a pasear aquella mañana de domingo, calurosa, pero con un sol que prometía apagarse un poco para que la gente pueda deambular tranquila por las calles de la ciudad. Tres horas fueron suficientes para conocerse, hablar de todo, su vida, sus metas, expectativas, experiencias, sueños, decepciones, amores, gustos, todo lo que se puede decir al conocer a alguien especial. Jean sentía cada vez que su amor por ella crecía más y más. Paloma sintió que conoció a alguien especial, un tipo que la escuchaba, la entendía, la quería como era y la aceptaba de verdad, que no la juzgaba y apoyaba en sus ideas, metas y sueños.

Fue hasta la puerta donde Jean acompaño a Paloma, un beso en la mejilla que le duro hasta su próxima salida fue suficiente para Jean, con ese beso decidió que Paloma seria suya.

Incalculables son las veces que salieron desde ese día, Jean en cada oportunidad que tenía la llamaba para salir, aunque muchas veces Paloma se negaba sin dar razones, fueron tantos lo lugares a los que iban, fueron tantas las palabras que intercambiaron, las cuales cada vez iban entrando en confianza y generando tantas emociones y sentimientos entre ambos.

No paso más de un año hasta que Jean decidió pedirle a Paloma que sea su enamorada, ella sin dudarlo ni un segundo dijo que si, dando por comienzo a una relación amorosa muy envidiable.

Pasaron los años, el tiempo no cambio nada, Jean sentía que él y Paloma estaban muy enamorados, se amaban mucho, aunque salían cuando podían, sabía que estaban hechos uno para el otro.

O eso es lo que Jean creía. Nunca sospecho nada. El amor simplemente lo cegó, no le dejo ver más allá de lo que las emociones le hacían ver. Había creado un mundo en el que solo estaban Paloma y él siendo felices y amándose.

Aquella tarde en la cual Jean volvía de la Universidad como todos los días, cansado por los parciales dados recientemente, decidió echarse un rato como para relajarse un momento y planear una salida con su enamorada. En ese momento sonó su celular, para sorpresa suya fue Paloma la que le llamaba, se dibujó una gran sonrisa en su rostro y contesto amorosamente.
Es sorprendente como unas cuantas palabras pueden cambiar por completo el día de una persona, unas simples palabras que generaron en Jean una serie de emociones que no podía controlar, con solo escucharlas, su vida se vino abajo.

Paloma sentía que ya no podía seguir así, ya no podía llevar aquella doble vida suya, cada vez se le hacía más difícil estar con Jean y a la vez estar con su esposo. Fue justo aquella tarde en la cual ella decidió terminar con todo, se sentía destrozada al saber que rompería el corazón de un tipo que la amaba mucho; con lágrimas corriendo en sus mejillas rosadas fue que pronuncio las palabras que finalizaron rotundamente una relación aparentemente perfecta. Aquel dolor inmenso en el pecho fue el que le obligo a colgar el teléfono y sentarse a llorar, sabía perfectamente que ese día llegaría, sabía que nunca debió aceptar bailar con él, pero aun así todo ello se fue a la basura.

Jean no lo soporto, en su mente no cabía la idea de un mundo sin Paloma, se negaba a aceptar la realidad, aquel mundo construido por sus sentimientos se desvaneció en un segundo. Miles de emociones mezcladas en su interior no le dejaban pesar bien. De lo único que se sentía seguro en ese momento era en que no quería una vida sin Paloma, sin aquella chica con la cual había compartido una parte de su vida, con la cual se había entendido perfectamente, aquella chica que había despertado en los sentimientos que otras nunca lo hicieron. Solo quería una vida junto a ella, pero al no tenerla... ¿Para qué la vida?

Ciego de amor, bajo las escaleras, agarro las llaves y se subió a su carro. En ese momento, en su mente solo estaba la imagen de Paloma, pero con la idea de que ella ya no estaba con él, que no valía la pena una vida sin ella. Ciento noventa kilómetros por hora fueron suficientes para destrozar un carro, para crear noticia, para que la gente se aglomere alrededor de un accidente automovilístico, ciento noventa kilómetros por hora fueron suficientes para acabar con la vida de un tipo cegado por amor, un amor verdadero, un amor que ahora solo es leyenda.

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⏰ Last updated: Jun 27, 2017 ⏰

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