Mi pequeña Sangre Sucia

Sangre Sucia

Draco observaba el cuerpo petrificado en la camilla, era ella...Hermione Granger. ¿Qué hacía allí? Ni si quiera él lo sabía bien, solo oyó a Potter y Weasley hablar a la tarde porque iban a verla, así que ahí estaba. Draco Malfoy, de madrugada en la enfermería porque se había colado por la ventana.

Serás tonta...dejar que el bicho te petrifique, a ti, a Sabelotodo-Granger...-miró el espejo en la mesilla y sonrió de lado sin ganas- Ya veo que te diste cuenta, como no-dijo irónico a lo último y se sentó en la camilla mirándola-.-Se permitió observarla mejor-.

Su nariz respingada, sus ojos miel con algo de avellana, sus labios finos, sus casi inexistentes pecas, su piel blanca y obviamente su indomable rizado pelo castaño. Bajó la mirada para ver su corbata roja y dorada algo tapada por la túnica de Gryffindor, cogió la mano y se sorprendió de que fuera suave, sin más la acarició con el pulgar.

Pequeña sangre sucia...me encantaría cuidarte. Sé que suena muy cursi para mi y te asombraría que yo Draco Malfoy digiera eso, lo sé, lo sé...pero es cierto. Me gustaría que no fueras impura y que no fueras Gryffindor, aunque bueno, es imposible-suspiró- Tu me gustas desde primero, en la selección te vi tan indefensa, tan tímida y asustada que quise abrazarte, decirte que podíamos ser amigos y así ayudarte. Cuando iba hacia a ti, te nombraron y fuiste a Gryffindor, oí a Crabbe y Goyle hablar, tu apellido no era del mundo mágico...tu no lo eras-.

En ese momento di por terminada nuestra no amistad, mis padres nunca me dejarían relacionarme contigo y debía insultarte aunque no me hicieras nada...-sonrió algo triste y bajó la mirada- ¿Sabes? Enseguida tuve celos de Potter y Weasley, simplemente al día siguiente de después de Halloween los tres llegasteis al comedor riendo y hablando, se oían rumores de que te salvaron del Troll que Quirrel dijo la noche anterior, me enfadé tanto que ni siquiera comí ese día y me encerré en mi habitación molesto...pero total, ¿quién se iba a dar cuenta? Tu desde luego no-.

El curso terminó y hasta el callejón Diagon no te vi, habías crecido al igual que tu pelo-dijo algo burlón- Pero como siempre mirabas a Potter, quien estaba junto a ese Lockhard, directamente algo doblemente idiota-dijo con una mueca- Conociste a mi padre, pero no de la forma que quería...yo también conocí a los tuyos pero de vista, un hombre con tus ojos y una mujer con tu pelo. Llegó el segundo año y me alegré de que Potter y Weasley no aparecieran, pero siempre están, siempre como una mosca cojonera-rodó los ojos-.

Por cierto, quería disculparme por el insulto, no se me ocurría nada-sonrió de lado con algo de disculpa- Me encantaría escuchar alguna vez un alago para mi en vez de para Potter, o una regañina en vez de a Weasley, en cualquier caso me gustaría escucharte hablar hacia mi alguna vez sin insultos o gritos-suspiró y se levantó-.

Solo vuelve a sentir, Granger-le acarició la mejilla y le dio un beso en la frente- Adiós, mi pequeña sangre sucia-Draco se fue por la ventana de nuevo-.

-"Adiós mi pequeño conquistador".