♠MIDNIGHT♠

◐Media Noche◑

La noche era fría, la lluvia caía con furia, como si quisiera arrastrar y llevarse con ella las malas cosas de este retorcido y extraño mundo. Lluvia de media noche. 

¿Mi nombre? Eso no importa, tampoco quién o qué soy. Ella es lo importante aquí, ella y sus horribles bestias... Ella es la causante de lo que soy ahora... Ella... 

La plaza por la cual pasaba, estaba por el corte de energía que hubo en toda la ciudad; estaba saliendo de de mi trabajo cuando pasó, allí vi algo parecido a un perro, era muy delgado, más que uno normal, a medida que me acercaba, un olor nauciabundo y asqueroso olor comenzó a sentirse en el ambiente. Noté que la lluvia cada vez caía más cálida, no sabía el por qué de esos sucesos extraños; cuando me percaté, aquél perro o al menos lo que parecía ser un perro, me estaba mirando fijamente, sus ojos brillantes de un profundo y escalofriante carmesí; no solo había uno... Al mirar hacia atrás, me dí cuenta de que estaba siendo asechada por aquellas bestias, un profundo temor recorrió todo mi ser, quise pedir ayuda, pero las solitarias y obscuras calles carecían de alguna vida humana; estaba perdiendo la fé en alguien me ayudaría en momentos de profundo miedo. 

Al mirar bien, detrás de esos "perros" había alguien, alguien con forma humana, alterada y sin importarme si algo malo pasaba, grité y levanté mis manos mis manos para que me viera... Grabe error... Aquella persona no parecía humana, era diferente... Sus ojos brillantes de carmesí hicieron que un escalofrío nuevamente pasara por mi ser; estaba completamente rodeada, estos comenzaron a avanzar hacia mi, cerré los ojos y al abrirlos, la luz había vuelto, y aquellas extrañas entidades o sean lo que sean, ya no estaban, miré mi ropa, por alguna razón mi ropa blanca había pasado a ser roja, al mirar al frente, vi el cadáver del anciano que limpiaba aquélla gran plaza. Esa noche la tuve difícil para dormir, el recuerdo de aquellas horripilantes miradas sobre mi me torturaron hasta las 05:30 am de esa madrugada. 

[...]

Cayó nuevamente la obscura noche, había un viento infernal, casi no podía caminar, al poner ambos pies en aquella plaza nuevamente el viento paró de golpe, nada parecía moverse en aquél lugar, las luces parpadeaban como de costumbre, miré a los lados por "instinto" no vi nada fuera de lo común, excepto un precioso pañuelo de color rojo bordado con hilos de oro, me agaché frente a él y lo tomé en mis manos, era de una perfecta textura de seda; al levantarme vi a una mujer de ropas rojas, y de estilo victoriano, no podía ver su rostro muy bien ya que una leve sombra lo cubría, pero si pude llegar a ver algo... Algo que se grabó al instante en mi mente. Una espantosa y escalofriante sonrisa, la cual desapareció en un parpadeo. 

Me quedé helada, congelada de pié sin mover ni un solo músculo, mirando fijamente al lugar que ella estaba. Regresé a mi casa como pude, esa noche no dormí, su presencia estaba presente a cada hora, minuto y segundo, o eso pensaba, que era solo una presencia... Pero supe que no lo era, al girarme en mi cama hacia el otro lado la vi, sentada en mi sofá, bebiendo algo de una taza, ella tenía su horrible mirada sobre mi, hasta que sentí algo pesar sobre mis piernas, al mirar vi a uno de sus horribles perros mirándome, olfateándome con su rugosa nariz, me moví para tirarlo, pero no funcionó, solo se alejó cuando escuchó a esa mujer, esta llevó nuevamente la taza a sus labios y desaosreció, me quedé dudosa ¿como sabía el lugar en el cual yo vivo? Al instsnte recordé el pañuelo rojo que había tocado en aquella plaza ¿ella me había localizado mediante mis huellas? Cuando creí que todo había pasado, sentí como alguien pasaba sus manos por mi cabello, mis ojos se posaron en ella, aquella dama vestida de un completo rojo obscuro como la sangre, mirándome con su sonrisa y labios color sangre, mi piel se erizó, reaccioné y escapé de esa cama, cuando me giré ella ya no estaba. Nada de ella estaba a mi vista, suspire aliviada y fuí al baño, el lluviero se abrió, vi como un líquido rojo llenó esta poco a poco, intenté salir del baño, pero la puerta estaba cerrada o trancada por una fuerza mayor del otro lado, cuando decidí rendirme, algo me empujó a la tina llena de lo que parecía ser sangre, no podía levantarme hacia la superficie, estaba ahogándome. Cuando por fin pude escapar me paré de espalda a la pared, me miré en el espejo, mi apariencia había cambiado por completo, ¿que me estaba pasando, que me había hecho? Sentí co algo me tomó del cuello y comenzó a hacer presión, en ese mismo momento desperté. 

Los días pasaron y pasaron, cada cual era mas extraño que el otro, comencé a interesarme por la magia negra y tenía la rara y extraña obseción con el color rojo, pasaron los meses, cada vez mi cordura iba decayendo más y más, no sabía que demonios me pasaba, pero de un momento a otro desarrollé impulsos por ver brotar sangre y aquél esplendido color que tanto llamaba mi atención. 

Me miré una vez más en el espejo de mi habitación. Ella se había apoderado de mi reflejo y alma, una espantosa sonrisa se formó en mi rostro, asustada retrocedí, chocando contra otro espejo, al abrir los ojos, estaba rodeada de estos, ella estaba en todos, imitaba todas mis acciones, se reía de mi, rompí todos los espejos a mi paso hasta que solo quedó uno, oí su voz. 

—"Reina Roja, vuelve a tu reinado de locura o tortura a frágiles humanos. Si deseas quedarte, deberás hacerlo. Yo soy tú... Tú eres yo."

Todos los días desde esa noche, no podía resistirme a ver sangre. 03:33 am, sangre corría por el piso bajando las escaleras, el cuerpo de mi madre ya sin vida en el piso, y el arma junto con la persona causante, estaba allí, era yo;  la causante de su muerte era yo. ¿Por qué?  ¿Por que le había hecho eso?  No me importó, mi sed de sangre aún no es saciada del todo, necesito más y más. Noche tras noche, día tras día, personas entraban en mi juego de media noche. 

Y tú ahora te preguntarás... "Si se volvió loca, ¿como es que ah escrito esto?" la respuesta es sencilla... Lo hice antes de perder la cordura por completo, pero... Oh milagro... Encontraste esto y ahora lo lees, solo quiero decirte algo... No corras ni te escondas, te vigilo a todas horas, soy tu sombra... Y cuando menos te lo esperes, tu entrarás a mi juego, no tienes escapatoria... 

Εs Τυ fιηαl