Volando sobre un Búho

52 5 4
                                    

Volando sobre un Búho

Había una vez un niño llamado Gabriel. Él tenía tres años y jugaba mucho con su hermano mayor, Cristóbal de cinco. Para Gabriel su hermano era lo máximo, lo seguía para todos lados y sus Padres constantemente les regalaban figuras de animales teniendo una gran colección.

Gabriel a su corta edad no formulaba palabras claras, más bien, su comunicación era un conjunto de sonidos que al escucharlos eran bastante graciosos y siempre sus Padres consultaban a Cristóbal a modo de traductor. Gabriel tenía un dinosaurio llamado Stygimoloch que Su Abuela le había regalado para navidad, le encantaba porque era el más parecido a un Dragón que cualquier otro tipo de Dinosaurio, y todos los días jugaba con él.

Un domingo, todos salieron en familia a las montañas cercanas de su casa, y como era costumbre, Gabriel iba acompañado de su amigo, viéndolo correr a través de la ventana al lado del auto. Se divertía mucho observándolo subir y saltar sobre las piedras, sortear árboles, bajar colinas y trepar los caminos cercanos. Stygimoloch lo miraba siempre con mucho cariño, su alma estaba contenida en la pequeña figura que Gabriel llevaba en su mano, y era un dinosaurio muy feliz disfrutando la compañía del pequeño. Los niños se pasaron el día completo jugando en las faldas del rio mientras sus padres preparaban el picnic más adentro en el bosque. Tal fue el éxtasis de los juegos que Gabriel dejo a Stygimoloch sentado en una roca mientras perseguía a su hermano entre los árboles. Pasaron las horas y el sol se hacia uno con la tierra en el horizonte. Los Niños habían jugado tanto que después de la comida se quedaron completamente dormidos, y como ya era hora de volver a casa sus padres los sentaron en el automóvil retirándose del lugar.

Al llegar la noche Stygimoloch despertó de su sueño imaginario, y se vio completamente solo junto a un rio muy ruidoso y con muchos sonidos de insectos. No podía entender como su pequeño amiguito lo podría haber dejado abandonado a su suerte en medio de la nada, y muy preocupado comenzó a buscar ayuda para volver por su propia cuenta al pueblo de los humanos. Camino al interior del bosque oscuro, siguiendo el sonido de los grillos que cantaban muy bien, encontrando uno muy feliz sobre un pequeño tronco.

– ¡Ho!, pequeño grillo, ¿Puedes Ayudarme?, estoy perdido y necesito llegar al pueblo de los humanos –

–No sé quién eres tú o que eres tú, pero en el Bosque tenemos la costumbre de saludar a las criaturas antes de pedirle favores–

–Lo siento mucho, me llamo Stygimoloch y soy un dinosaurio, ¿cuál es tu nombre? –

–Soy el Señor Grillo, el mejor cantante de este gran bosque, mucho gusto¬ –

– Ahora Señor Grillo, ¿podría ayudarme a regresar? –

–Los Humanos no han sido muy amigables con nosotros, siempre que nos ven salen huyendo o nos pisan sin considerar que este también es nuestro hogar. Cada vez que se aparecen dejan su basura y solo traen desperdicios. Lo siento mi pequeño amigo, pero no puedo ayudarte a regresar, además, tampoco sé cómo hacerlo –, riendo a carcajadas por la broma que el Señor Grillo le hacía a Stygimoloch, este lo miro con pena.

–Lo siento Señor Grillo, no sabía que los humanos les causaran tanto mal, yo he convivido con ellos mucho tiempo, y la familia que me acogió no ha demostrado ser así como usted me dice. Gabriel es mi mejor amigo, Deseo de todo corazón poder volver a verlo, lo extraño mucho–

– Tranquilo amigo, realmente no sé cómo volver a la aldea de los Hombres, pero sé quién podría ayudarte, esta noche estoy de muy buen ánimo, es primavera y junto a todos mis hermanos le cantamos a la Luna, ¿sabes por qué? –

–Pues no, explícame porque –

–Nuestros hijos comienzan a nacer todos juntos cuando la luna brilla al máximo en el cielo, y los recibimos con mucho cariño para presentarles este nuevo hogar que será para ellos después que nosotros nos vayamos– Dijo el Señor Grillo, mientras ambos contemplaban desde la cima de un tronco tal espectáculo.

Volando sobre un BúhoWhere stories live. Discover now