Cataluña es tierra de paz

Barcelona, t'estimo

Hoy me he levantado triste, temblando, encara sin ser capaz de creerme que lo que pasó ayer, a escasas calles de mi casa, no es ficción. He cogido el bus y sí, he tenido miedo. Una amiga y yo hemos decidido llamarnos por si ocurrío. He cogido el bus y en el trayecto, mientras hablábamos, he ido mirando las calles, el ambiente, la gente paseando, los comercios, los edificios... Y lo único en lo que pensaba era en todos los lugares donde me he perdido para volver a encontrarme, todos esos sitios en los que me he sentido en casa, esos pequeños momentos que he compartido con esta ciudad que me han llenado de vida y no, qué va, no quiero estar asustada.

Barcelona es nuestra casa, donde abrimos las puertas a todo aquél que las necesita, donde gritamos si no estamos de acuerdo, donde nos manifestamos, donde vivimos; donde soñamos.

Hoy solo quiero pensar en que el amor nunca pierde, no lo hace. Yo seguiré paseando por Las Ramblas y compraré en Pelayo y me sentaré en algún banco de Plaza Cataluña a ver las palomas volar. Y sí, lo haré. Sin miedo, porque no, Barcelona, no conseguirán apagarte.