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El cielo era gris y la lluvia comenzaba a caer, tras cuatro días vagando por la ciudad sin dinero, sin ropa de cambio, sin siquiera un mísero pan para comer el hambre y el frío acabarían por matarme. No es que me importara, solo me pregunto por qué se demora tanto en llegar, estoy esperando que esa calavera envuelta en un negro manto me lleve rápido a ese otro mundo, donde tal vez no sea feliz, pero sé que estaré mejor que aquí.
Mi vida partió mal, fui el único hijo de la primera relación de mamá, un accidente, gracias a mi ella no pudo terminar la escuela, gracias a mi su novio la dejo, gracias a mi mis abuelos le dieron la espalda, gracias a mi tuvo que ser la única  responsable de un bebé que no quería a la corta edad de 15 años, siempre me culpó por todo lo malo de su vida y los golpes nunca se hicieron esperar, tras su quinta relación fallida se volvió alcohólica, todos los hombres con quiénes andaba la dejaban por "tener una cría" no fue sino hasta hace dos años que por fin pudo tener una relación estable. Él era un venezolano algo agraciado, siempre se comportó amable conmigo, en aquel entonces había creído que ese era el cariño paternal que jamás había sentido, ni siquiera mi madre en mis 15 años de vida me llegó a tratar tan bien como lo hacia él, en ese año y medio que vivió con nosotros creí ser feliz, mamá había quedado embarazada de nuevo, esta vez sí quería dar a luz, Él venezolano, que así llamaba yo, también se mostraba muy feliz con la idea de ser padre y en ese preciso momento... Mi vida se volvió a arruinar, La venida del bebé solo hizo que él importara, como yo ya estaba lo suficientemente grande podía cuidarme solo y por ende cuidar de mamá mientras el venezolano trabajaba. Siempre que me acercaba a sentir a mi hermanito y miraba a mamá, sus ojos brillaban, y cuando ponía mi cabeza en su panza para oírlo ella me acariciaba, algo que en toda mi infancia jamás hizo, y mientras que la relación que llevaba con mamá iba mejorando la relación caso de padre e hijo que tenía con el venezolano se iba desvaneciendo. Siempre llegaba cansado de su trabajo y se quejaba por qué la casa no estaba limpia, me gritaba siempre que algo le molestase, ya sea que no estaba trapeado, que no haya hecho mi cama o simplemente que no le haya gustado el almuerzo. Siempre tenía una excusa para gritarme y yo simplemente escuchaba con la cabeza agachada, ya que, si me gritaba era por algo, desde entonces siempre trate de mejorar todo lo que me reclamaba, trapeé todos los días, tenía mi habitación impecable, me tomaba el tiempo de cocinar para que me quedara bien la comida, además de siempre preguntarle que quería para comer, pero, aún así no era suficiente al parecer.
Seguí con ese estilo de vida hasta que mi hermanito nació, pensé que con él en la casa las cosas se alegrarian un poco ya que tanto el venezolano como mamá se veían muy felices, y si, las cosas en casa mejoraron bastante pero yo pasé a segundo plano, mamá me dirigía la palabra solo para preguntarme que "dónde dejé tal cosa" o cosas así, y el venezolano ya no me gritaba, es más, no me hablaba, a veces ni siquiera me dirigía la mirada, siempre estaba solo para mi hermanito.
Un día recuerdo que quise pasar tiempo con el bebé así que me senté junto a él para jugar a los autitos, el pequeño se había apoyado en uno de ellos con su mano y se resbaló, nada muy grave ya que cayó de lado sobre la alfombra pero al ser un bebé el llanto no se tardó en aparecer, traté de calmarlo inútilmente ya que no sabía cómo hacerlo, mamá apareció y lo tomó en brazos, tras ella el venezolano quien me pregunto que qué le había hecho al bebé, yo solo respondí "estábamos jugando y..." No me dejó terminar y me abofeteó la cara "no te quiero ver cerca de MI hijo nunca más".
Esa noche me mandaron a dormir sin cenar, las paredes eran muy delgadas así que oía todo lo que hablaban "De seguro lo golpeó" "está celoso porque ahora hay alguien más en casa" "pensé que era un buen muchacho pero últimamente me está colmando la paciencia" mamá solo le respondía "hablaré con él, tiene que aprender a comportarse, es solo que jamás había tenido una figura paterna" "yo era muy joven e inexperta cuando el nació".
La charla siguió un rato más terminando en un "Con él será diferente, lo cuidaremos ambos y crecerá como un niño feliz".

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⏰ Última actualización: Apr 04, 2018 ⏰

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