| ¿Por qué Seguimos Fingiendo? |

5K 222 445
                                    

~•● Parte 1 ●•~

Era una mañana tranquila en las costas de Brasil, una cálida y hermosa mañana como era la costumbre , la gente salía a caminar, a trabajar e incluso a disfrutar de su hermoso y fresco ambiente.

El sol entraba lentamente en la habitación donde José se encontraba, cubierto por aquellas suaves sábanas blancas, sin ganas de querer despertar todavía una vez la luz había tocado en su rostro, se levantó lentamente de su cama, estirandose lentamente y soltando un gran y largo bostezo listo para su rutina diaria de cada mañana. Darse un baño de agua tibia, cepillarse los dientes, arreglarse tan elegante como el solía vestirse( y caracterizarse) y salir a disfrutar de su hermoso paisaje al cual el amaba llamar "hogar", fumando su puro como era la costumbre.

Cada día Salía a diferentes lugares disfrutando cada rincon de las calles, disfrutando de la música que salía de cada casa, de cada risa o de cualquier habiente agradable que podría estar.

José siempre intentaba conocer gente nueva en su transcurso, lo que no era difícil para el, el era un ser muy agradable y amistoso para muchas personas, siempre dando una elegante sonrisa y ayudando a cualquier ser que necesitará de su ayuda, sin mencionar su amor hacia el baile y su gran suerte con las chicas de cualquier lugar

En su transcurso de cada día, al caminar por aquellas calles, no muy lejos de donde el se encontraba, lograba notar que muchas personas murmuraban de "Un Turista amistoso y muy explosivo". Por más que caminaba seguían hablando y transcurriendo rumores de aquel turista, la curiosidad empezó a invadirlo

-¿Un Turista? Hmm, siempre tenemos turistas por estos lugares, ¿acaso nuestro compañero tendrá algo que lo hará único? Será mejor que lo compruebe por mi mismo-

José sin pensarlo dos veces pregunto indicaciones de donde se encontraba aquel turista por el que tanto se hablaba por las calles. Curiosamente se encontraba a tan sólo unas calles de donde el se encontraba. Siguiendo aquellas indicaciones José logró llegar a un pequeño bar, donde se lograba escuchar la música y las risas salir por todos lados de aquel lugar, aunque muchas escenas como estas eran representadas como un habiente para "alcohólicos " éste no era el caso, era de un bar de un habiente muy agradable y tranquilo, era muy extraño la vez en la que algo malo pudiera pasar por ahí.

Al entrar logró ver como mucha gente fijaba toda su atención a una sola persona en todo el bar, muchos le aplaudían y le celebraban, mas José seguía sin saber quién era la persona por la que se hacía tal "alboroto"

Una Gran y potente voz cantando se apoderó de aquel lugar, dejando a muchas personas impresionadas e incluso emocionadas

"¡Ay! ¡Jalisco No te rajes!"

-¿Qué? ¡No...No puede ser! Esa voz la conozco... Sólo la he escuchado de....No ¡Imposible!- José se hablaba a si mismo con cierta emoción al escuchar aquella voz cantar, intentaba acercarse lo más rápido posible a aquel lugar, haciendo lo mejor posible para no empujar a nadie, con un gran deseo de desaparecer aquella gran curiosidad que aquel canto le había dado.

Y una vez estando en frente de toda la multitud, ahí estába...

" ¡Ay! ¡Jalisco No Te Rajes! ¡Me Sale del alma!"

Quien entonaba tan poderosa voz se trataba de un chico con atuendo tradicional de color rojo, portando un gran sombrero y un gran cinturón, un cabello alborotado pelirojiso y unos grandes ojos de color azul.

- ¡Panchito!-

El de rojo al escuchar tan dulce voz decir su nombre, dejó de lado aquella canción que entonaba a gran pulmón para darse la vuelta y encontrar entre tantas personas a aquella voz que lo llamaba. A su alrededor su centro de atención fue un chico de su misma edad (A pesar de que este tuviese baja estatura), con elegante ropa, un pequeño sombrero, cabello arreglado de color verde y hermosos ojos color marrón claro.

• Mi Cielo • ( Panchito X José )Where stories live. Discover now