𝓤𝓷

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Baz solía mirar a Simón de una manera minuciosa, con mucho cuidado que no lo fuese a descubrir y cada vez que el rubio volteaba hacía dónde el estaba ponía su mejor expresión de enojo lo que sólo hacía a Snow volver la cabeza disgustado.

Debe pensar que estoy conspirando. Le gustaba reírse a veces en su mente.

claro si se le puede decir así a estar literalmente babeando mientras miraba a el rubio cambiarse desde la ahora entreabierta puerta del baño, mientras en su entrepierna el cosquilleo se hacía cada vez más fuerte e intenso.

Simon por otro lado miraba hacia la puerta del baño a cada instante con la sensación de ser observado, pero siempre se encontraba con la puerta cerrada y el sonido del agua cayendo sobre algo que probablemente era el cuerpo desnudo de Baz y se permitió por unos segundos imaginarse como seria si el estuviese allí en ese mismo instante, al lado de Baz en la ducha.

La piel suave y pálida de Baz debajo de su tacto, su suave pero autoritaria voz gimiendo su nombre despacio, sus dulces labios arriba de los suyos, la espalda de Baz tocando los azulejos del baño mientras su hermoso, suave y brillante cabello se pegaba a su rostro fino de marcadas facciones y .....

¡NO! definitivamente tenia que dejar de pensar en ello, comenzó a sentir un débil cosquilleo en su entrepierna que se estaba acrecentado rápidamente nada mas de mirar la puerta color ocre del baño.

¡No! ¡no! ¡no! ¡no! y ¡no!, se miró a sí mismo suplicando a Crowley que no fuese lo que él pensaba; miro hacia la puerta otra vez y pudo percibir levemente el brillo de unas cuencas grises que lo miraban con un deseo inminente.

Sintió sus mejillas arder y seguramente estas estaban de un fuerte color carmesí, esas eran las alucinaciones de cuando pensaba en Baz de manera sexual.

Se acomodó una polera blanca con unos banqueros sueltos azules y unas converse blancas.

Era fin de semana de excursión, y como no tenía nada que hacer se quedaría en su habitación todo el día durmiendo con ropa de gente normal que le habían dado en el orfanato.

Se arrojó a su cama tratando de calmarse y no pensar en Baz de esa forma tan, excitante para él.

En un estruendo sintió la puerta del baño abrirse y un Baz ya cambiado y con el cabello negro mojado chorreado y distribuido en finas capas y algunas pegadas a su frente salía de ella.

El chico de cabello negro se sentó en su cama y con un hechizo atrajo el cepillo para proceder a peinar sus finas hebras de cabello azabache hasta desenredarlas y secarlas con otro hechizo para luego proceder a limpiar las gotas que habían caído sobre su cama y acostarse en ella de forma peresoza.

Baz estaba sorprendido, en todo momento Snow había estado mirándolo, y ahora incluso acostado en su cama podía sentir la mirada del rubio en su espalda, como traspasando hasta su alma.

-¿qué miras? Snow - dijo el chico escuchando el gruñido que lanzó el rubio al verse descubierto.

- No te estaba mirando, Baz - respondió el chico de ojos azules con un deje casi imperceptible de miedo en la voz.

- ¿ah no? - Baz se volteó presuntuoso - entonces ¿que era exactamente lo que hacías?

- pensaba.
- ¡Wow! Snow yo no sabía que vos pensarás, creelo pensé que tus neuronas estaban tan dañadas como tu uso general de la magia - Ban tragó saliva, sabía que estaba siendo un completo imbécil con él, pero era la única manera de no lanzarse a comerle la boca todo el tiempo.
- en realidad pensaba en Agatha - Baz apretó la mandíbula, completamente furioso con esa estúpida rubia teñida y perfecta de Wellbelove, era una perra, solo otra rubia cualquiera que se había ganado el corazón del hermoso chico de ojos azules; Baz se levantó de su cama queriendo decir algo, Simon lo miro expectante.

Baz se tiró en su cama otra vez y recordó como había tenido que volver del baño después de arreglar el problema de sus pantalones con una ducha prácticamente de 5° bajo cero mientras pensaba en Simon y su cuerpo, y en lo bien que sus manos calientes se sentirían aprisionado su cintura, se permitió por un corto instante imaginarse a Simon en esa ducha con él, permitió ese deseo reprimido de su mente por solo unos momentos, tan solo para en sus sueños hacerlo realidad.

Esa piel bronceda caliente, contra la suya propia, su espalda rozando el mullido colchón debajo suyo contra el suyo y mientra gemía su nombre mientras Simon lo acorralaba dando besos por su cuello y sus hombros deteniéndose a morder sus pezones endureciendolos casi instantáneamente y... y ...

¡Y otra vez el problema volvió!

Oh mierda ¿y ahora que haría?

Pensó mientras sigilosamente se escabulló al baño tratando de esconder su semi-erección de las pupilas azules y curiosas de su compañero de cuarto.

Simon se sintió confundido cuando escucho el agua de la ducha caer y miró a la cama de Baz sólo para comprobar que el chico de ojos grises ya no se encontraba ahí.

Baz se está bañado... ¿de nuevo?
La mente de Simon se volvió un lío en ese preciso momento sin saber que pensar ya que, que Baz rompiese su rutina de evitarse mutuamente hablándole y luego volver a bañarse, dos veces en menos de media hora era tal vez lo más extraño que había presenciado con respecto al chico.

Baz salió a los diez minutos del baño otra vez cambiado mientras como la del rubio su cabeza era un lío, solo que uno más grande de lo que el otro chico tendría en su vida.

¡Me he estado poniendo así todo el maldito día joder! , ¡hasta parezco puta!. Aunque lo negase sabía perfectamente que quería a el estúpido rubio haciéndolo suyo. ¡No Basil, controlate! ¡por favor eso es querer cachondear! por Crowley al parecer lo mejor era irse un rato de ahí...

En el tiempo que Baz estubo pensando Simon se había quedado dormido, Baz pensaba irse cuando
- ¡Ngh!, ¡Baz! ¡Ahh! - la voz de Simon la interrumpió, el silencio, ¡oh Crowley! sonaba como si el estuviera..... No nada de eso.

En cambio la voz de Simon volvió a interrumpir sus pensamientos
- ¡Ah, ah, ah! ¡Baz! ¡ngh! - Basil se acercó a la cama de Simon el cual se había tapado con una de las sábanas para poder dormir, Baz sin saber realmente lo que hacía lo destapó mirando su boca entreabierta sus mejillas sonrojadas y su abdomen que se dislumbraba un poco debajo de su camiseta luego decidió bajar a esa zona mala idea allí estaba eso Baz volvió a tapar nerviosamente a Simon y salio de la habitación, maldiciendo en voz baja a su corazón que parecía estar vivo porque latía desenfrenado.

|ℙ𝕣𝕠𝕓𝕝𝕖𝕞𝕒𝕤 ℕ𝕠𝕔𝕥𝕦𝕣𝕟𝕠𝕤| |𝕊𝕟𝕠𝕨𝕓𝕒𝕫|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora