El comienzo

CAPITULO 1

"Todas las personas pensamos que la vida es una simple fantasía llena de paz, en donde el crimen y la maldad no existe, en donde la realidad se pierde por completo; desde niños no nos enseñan sobre la realidad de la vida, lo cruel que puede llegar a ser, y que no le importa pasar por encima de ti para lograr sus metas"

Un día más comienza, espero que me acepten en la universidad de Washington, porque si no lo hacen mis padres me mandaran quien sabe a donde. Es aburrido ser la meyor de mis hermanos, todos esperan que le enseñe cosas buenas y sea un buen ejemplo para Lili, esperar tanto de mi. Mis padres dicen que soy una chica abierta a los demás, alegre, tierna y sincera. Abajo escucho el primer grito de mi madre para ir a desayunar; bajo con prisa. Al llegar a la cocina como si bajara por entre un tubo mamá me mira de pies a cabeza, sus ojos saltones me miran de una manera intimidante, me hacen pensar que hago algo mal.

-Que pasa madre algún problema?- digo sorprendida.

-Te encuentras sin vestir ni peinarte de una manera adecuada para asistir a misa- me mira como si me fuese a fulminar con la mirada.

-Ok mamá ya me arreglo- digo mientras pongo los ojos en blanco y doy una vuelta para ir a mi habitación para arreglarme.

Subo a la carrera, mientras escucho como mi estómago hace una canción por el hambre que llevo encima. Abro el armario y encuentro una falda amarilla hasta los tobillos, un saco blanco de manga larga y una chaqueta de jean; mis amigos comentan que tengo un cuerpo bonito como para ocultarlo, pero no es de mi agrado mostrar mucho mi cuerpo. me miro en el espejo y noto que mi cabello está como un alambre de hierro impasable, bajo mi mirada y no encuentro ningún zapato en mis pies, corro y busco unos rojos son mis favoritos. Me dirijo de nuevo al espejo e intento arreglar un poco mi cabello, escucho de nuevo a mi madre bajo y me obliga a salir corriendo de la casa, en el camino a la iglesia miro los arboles y el paisaje empiezo a pensar como tantas cosas bellas y me pregunto que habrá más allá de la autoridad y del cuidado de sus padres.

Llegamos a la iglesia nos sentamos en la primera fila porque a Lili le gusta escuchar al pastor hablar, al empezar la predica el pastor habla del romper los limites y las ataduras, el ser un ser libre junto a Dios. Esto me deja la cabeza dando vueltas, pronto entraré a la universidad espero que no sea tan mal.