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Erik Malpica: Wawrinka habla tras perder en el ATP 500 Rotterdam 18

Se sabía que iba a ser difícil pero el ser humano tiende a negar en su mente las peores previsiones. Cuando se supo que Stan Wawrinka tuvo que ser intervenido para una reconstrucción del cartílago de la rodilla izquierda de su cabeza, incluso los menos avezados en medicina nos echamos las manos a la cabeza; eso era grave, muy grave. Este tejido recubre las articulaciones, amortigua el impacto de golpes y saltos y, en definitiva, se erige en una zona vital para el correcto desarrollo de la actividad deportiva. Y lo que es más importante; es muy difícil de regenerar.

Los mensajes positivos del suizo y su reaparición en el Open de Australia 2018 invadieron de optimismo al mundo del tenis, una sensación que se ha ido diluyendo tras los partidos disputados por el de Lausana. Y es que Stan está jugando claramente mermado. Ya no es solo que esté fuera de forma y le falte ritmo tras tantos meses de competición, sino que con su movilidad en pista transmite una sensación capaz de atormentar a cualquiera: miedo.

Sus desplazamientos laterales son tímidos, sin apoyar con fuerza en el suelo, moviéndose de puntillas y con una precaución incompatible con el tenis de máximo nivel. Especialmente se le ve sufrir por el lado de su drive, donde llega a destiempo cada vez que le abren un poco la pista. En el ATP 250 Sofia pareció rendir a mejor nivel aunque acabara cayendo con Mirza Basic, pero en una pista aún más rápida, como es la del ATP 500 Rotterdam 2018 y con tres partidos disputados la semana anterior, las dudas vuelven a asaltar.

"No debo estar muy preocupado. Tengo que tener paciencia y tomarme mi tiempo para volver donde quiero estar. Eso es lo que debo tener en mente", dijo el suizo en declaraciones posteriores a su partido, como queriendo convencerse a sí mismo de algo complejo. "Necesito coger ritmo con mi tenis, con mi cuerpo pero también a nivel mental. Todavía no estoy preparado y debo poner todo de mi parte para estar pronto", comentó el de Lausana.

Tuvo palabras de elogio hacia Tallon Grieskpoor, al que no quiso restar mérito en su triunfo sobre él. "No estoy sorprendido con su nivel. Esperaba un partido duro porque sé que es un jugador con mucho potencial y así lo ha mostrado", aseveró un condescendiente Stan Wawrinka al que no es difícil pero sí desmoralizador leer entre líneas. Su rictus en la pista es la de alguien frustrado y temeroso ante la posibilidad de que una lesión impida que haga lo que más le gusta. Por el bien del tenis, esperamos que no sea así.

Fuente: http://erikmalpicaflores.com