El Demonio y el Hada.

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Nada en la vida de los aldeanos de las afueras del Reino de Konoha fue igual desde aquella fatídica noche de otoño de hace algunos siglos..., dejando una importante lección: jamás debes meterte con lo más preciado del demonio.

La vieja historia que ha trascendido de generación en generación habla de un par de criaturas, dos seres mágicos, los cuales parecían simples leyendas y los aldeanos, incluso la realeza, preferían mantenerse escépticos ante la realidad hasta que ocurrió la desgracia, jamás volvieron a subestimar la existencia de la magia porque sabían que eso les traerían grandes consecuencias.

Muchos juraron haberla visto, pero ninguno se había acercado lo suficiente al ser alado que siempre se sentada en un pequeño tronco en las profundidades del bosque. Temían que fuera algún producto de su imaginación, la trampa de algún enemigo para emboscarlos; sin embargo, no era nada de eso. Aseguraban que aquel bello ser poseía unas enormes alas translúcidas que destellaban en una luz morada, de larga cabellera azulada y de ojos como la luna. El hada de vez en cuando observaba el antiguo castillo arriba de la colina, pasando la hilera de árboles y cruzando el Valle del Fin.

El viejo castillo de Hashirama, lleno de polvo y telarañas, donde corría el rumor acerca de un terrible demonio que habitaba en su interior. Una historia conocida, pero jamás comprobada, con un matiz triste pues según cuentan el demonio de ojos rojos y afiladas garras fue abandonado por su madre al nacer. Se dice que ella se horrorizó al darse cuenta de que había traído al mundo al hijo de un ser del inframundo. Un zorro demonio de nueve colas, uno de los más poderosos, quien estuvo rondando el reino en forma de noble guerrero y el cual había fijado su mirada en una doncella solo para saciar sus más bajos deseos.

Sin embargo, no se fijó en cualquier mujer, sabía bien lo que buscaba, su objetivo fue la hija del primer rey Hashirama. Una princesa de sangre pura y noble, de cabello rojo como la sangre, heredada de su madre Mito, y ojos oscuros como los de su padre. La hija prodigio y futura reina cayó en la más irresistible de las tentaciones cuya consecuencia fue el destierro por llevar en su vientre el hijo de un plebeyo ignorando la verdad de su fruto prohibido. El rey se hundió en profunda tristeza dejando al reinado de lado y su hermano, Tobirama, tomó el trono coronándose segundo rey. Y es aquí donde la tragedia empieza a surgir, el demonio de nueve colas manifestó su verdadera forma de zorro gigante arrasando con la familia real y con toda la gente del pueblo, quería poder, quería el reino. Aprovechó la tristeza del primer rey para arrancarle el corazón. Su esposa Mito, en su afán por proteger a su ser amado, fue lanzada de lo más alto del castillo cayendo a la fosa. Y el segundo rey, por más que lo intentó, sucumbió ante el poder del demonio muriendo estrangulado, aunque la voluntad del zorro no duró mucho, los descendientes de la familia real sellaron al ser de tinieblas alejándolo para siempre de Konoha y muriendo tras su sacrificio.

Y luego de unos meses nació aquel hijo ilegítimo.

Naruto, así es como habían nombrado a ese niño demonio. Ese nombre lo había elegido su madre antes de darse cuenta del horrible destino que le esperaba. Dio a luz a las faldas del castillo, en aquel terreno lleno de sangre y desdicha, fue una noche de luna llena cuando el niño de cabellos de oro nació. Y al ver sus ojos, esos ojos de sangre, su madre lo dejó sin mirar atrás. Naruto lloró por un largo tiempo, pero una humilde pareja, que sufría la desdicha de no poder concebir un bebé, se encontró con él y con todo el infortunio. Regresaban de un pequeño viaje, eran un par de mercaderes que se ganaban la vida vendiendo cosas de pueblo en pueblo.

Al llegar a su hogar, el reino de Konoha, escucharon al bebé. Él estaba envuelto en una tela fina y a sus pies, escrito en sangre, el nombre de Naruto. Minato y Kushina se hicieron cargo de él, enterraron los cuerpos de la familia real y del reino; y convirtieron el castillo en su nuevo hogar. El rumor se esparció rápido, pero nadie se atrevía a acercarse al castillo de Hashirama, se establecieron a las afueras donde la maldición que vivió la familia real no los alcanzara. Los Uzumaki, Minato, Kushina y Naruto, vivieron alejados de la gente de las afueras, donde la palabra demonio hacía que todos vivieran con los nervios sobresaltados y no querían darle a su hijo una vida llena de rechazos y comentarios.

El Demonio y el Hada. [NARUHINA]Where stories live. Discover now